Supervivientes y familiares describen el terror que se vivió durante el ataque de Hamás en el festival Nova
Los supervivientes de un rave en el desierto cerca de la frontera con Gaza cuentan a Bel Trew y Natalie Lisbona cómo huyeron con miedo cuando Hamás bombardeó y los militantes tomaron docenas de rehenes
Los asistentes a un rave en el desierto cerca de la frontera con Gaza contaron el primer indicio del horror que se avecinaba hacia ellos en las primeras horas del sábado. Un aluvión de estruendosos cohetes atravesó el cielo de la mañana y comenzaron a surgir los reportes de que más de 260 personas habían muerto en el ataque.
Eran las 6 a}.m. La mayoría de los asistentes, incluidos un ciudadano británico y uno alemán, seguían despiertos y estaban bailando música trance bajo carpas multicolores instaladas para el festival Supernova.
La música se detuvo de repente y se tiraron al suelo. Era un ejercicio que los israelíes en el sur del país tenían bien ensayado, ya que estaban acostumbrados a frecuentes intercambios de disparos transfronterizos con el grupo militante Hamás.
Pero fue mucho peor de lo habitual.
“Fueron cinco minutos seguidos de cohetes sin un segundo de descanso”, narra el barman Peleg Oren, de 26 años, uno de los que escaparon sanos y salvos. El bombardeo fue tan implacable que su amiga tuvo un ataque de pánico y le rogó que la ayudara a irse.
“Tenía mi propio auto. Traté de convencer a mis amigos para que se fueran conmigo, pero algunos ya habían contratado taxis y querían permanecer juntos, entonces no me hacían caso”, explicó a The Independent.
El problema principal fue que muchos de los asistentes al festival llegaron en autobuses y no tenían transporte. Minutos más tarde, agentes de Hamás que habían atravesado la valla fronteriza hacia Israel irrumpieron en la sede con granadas y rifles de asalto.
Dispararon, mataron y secuestraron a decenas de personas, según testigos presenciales y amigos. Persiguieron a los asistentes, muchos de ellos vestidos solo con trajes de baño y shorts, mientras intentaban esconderse en la zona boscosa que rodeaba el campamento.
Padres y amigos compartieron con The Independent los mensajes de pánico que recibieron, en los que sus seres queridos comunicaban que estaban heridos y que no tenían salida. Pedían ayuda desesperadamente y rogaban que se interviniera el ejército.
Una mujer identificada por los medios israelíes como Karin asistió a la fiesta con una pierna fracturada y su aparato ortopédico le impidió correr.
“No tenía forma de escapar”, declaró su madre Inbal a la cadena de noticias israelí Mako. Los que escaparon del ataque inicial fueron filmados corriendo por campos polvorientos con sonidos de disparos de ametralladora al fondo y algunos cayendo al suelo.
Luego comenzaron a circular en línea vídeos de Gaza, incluido uno que mostraba a la joven Noa Argamani siendo secuestrada por militantes de Hamás mientras viajaba con su novio en una motocicleta.
“La última vez que supimos de Noa fue alrededor de las 10 a.m. y luego lo siguiente es que la vemos en un vídeo de propaganda de Hamás”, relata Yad Gorjalstan, de 27 años, un amigo de la infancia.
“Puedes oírla gritar: ‘¡No, no, no, soy inocente!’”, añadió llorando. Yad compartió las últimas capturas de pantalla de los mensajes de Noa momentos antes de que la capturaran, donde dice que estaba escondida con un grupo, mientras los agresores linchaban a la gente.
Pidió ayuda en repetidas ocasiones y pidió que los soldados fueran a ayudarlos. “Estaba diciendo que había terroristas que se estaban volviendo locos matando y secuestrando gente”, añadió Yad, visiblemente conmocionado.
Entre los que se cree que fueron tomados como rehenes en Gaza se encuentra un hombre británico, conocido entre la gente local como Jake Marlowe y que había estado trabajando en la seguridad en el evento, según Daniel Aboudy, un amigo que habló con The Independent.
Envió una última nota de voz diciendo que estaba viendo a militantes “acorralar a gente de la fiesta… delante de nuestros ojos. Les estamos diciendo a todos que se larguen de ahí”, exclamó en la nota de voz.
“Hablamos con el comando del frente interno en Israel y luego con el Ministerio de Asuntos Exteriores, pero hasta ahora no sabemos nada sobre lo que pasó después”, añadió Daniel.
El domingo por la noche, la agencia de búsqueda y rescate de Israel informó que se habían recuperado más de 260 cadáveres del festival de música. “Aún no se han recuperado todos”, añadió la agencia, llamada Zaka.
El ejército israelí había dicho anteriormente a The Independent que no tenían cifras exactas de cuántas personas habían sido secuestradas en Gaza desde el festival. Mencionaron que “un número muy significativo de personas” había sido asesinado y tomado como rehén.
Está comenzando la imposible tarea de intentar localizarlos y recuperarlos. “No se parece a nada que hayamos visto”, observó el teniente coronel Jonathan Conricus, portavoz internacional del ejército.
“Existe una profunda preocupación por el bienestar y la vida de los rehenes. En este momento, no creo que nadie pueda garantizar que los soltarán con vida. No sabemos quiénes viven y quiénes murieron”.
No solo tomaron rehenes del evento Nova. En el kibutz Nirim, a solo 8 kilómetros al sur del festival, los militantes asaltaron la ciudad, yendo de casa en casa intentando secuestrar gente.
Una residente que pidió no ser identificada contó que conocía a una familia de tres personas que habían sido secuestradas: “Nadie sabe qué les pasó”.
“Los terroristas irrumpieron en su casa y los tomaron como rehenes. El ejército tardó casi ocho horas en llegar hasta aquí”, señaló a The Independent. “Hemos estado escondidos en nuestro refugio todo el día”.
En cuanto a Peleg, el barman, solo sobrevivió porque abandonó el festival Nova justo a tiempo. Describió cómo condujo como un loco a través de tierras de cultivo tratando de encontrar un lugar seguro y pasó por autos bombardeados llenos de civiles israelíes baleados que habían muerto tratando de huir.
“No había ejército ni ayuda alguna. Usamos la aplicación de navegación Waze para atravesar los campos. Vimos que se regresó un auto que había estado cerca de nosotros y el pasajero hizo un círculo con la mano para señalar que nos regresáramos”.
“Había un auto lleno de agujeros y cadáveres en el interior. Así que volvimos al campo”.
Hubo tantos disparos de armas y misiles que se estacionó a un lado de la carretera y se escondió hasta que finalmente llegó la ayuda.
“Mi amigo Ori sigue desaparecido, al igual que el resto del personal del bar”, añadió.
Los familiares de los desaparecidos han lanzado peticiones desesperadas de ayuda. La madre de Shani Louk, una tatuadora cuyo cuerpo fue filmado en un vehículo que circulaba por Gaza, publicó un vídeo en alemán pidiendo que le devolvieran el cuerpo.
Yad, el amigo de Noa, dice que la familia está destrozada.
“Me parte el alma porque Noa cumple años muy pronto y saber que estará en Gaza me está matando”.
“Ayer estuve con el padre y la familia de Noa. Es inimaginable lo que siente, verlo llorar pidiendo ayuda porque se llevaron a su única hija. Está destrozado”.
Traducción de Michelle Padilla