¿Por qué Israel invade Líbano? Un conflicto que podría desatar una guerra con Irán
Benjamín Netanyahu afirma que "no hay lugar en Medio Oriente al que Israel no pueda llegar”
Las tropas israelíes invadieron el Líbano y cruzaron la frontera para realizar “incursiones terrestres selectivas” contra Hezbolá en varias localidades.
Desde el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre y la posterior invasión israelí de Gaza, Hezbolá, aliado de Hamás, e Israel intercambian disparos casi a diario a lo largo de la frontera norte con el Líbano.
Hace dos semanas, una serie de ataques con explosivos dirigida contra los sistemas de comunicación de Hezbolá, como buscapersonas y walkie-talkies en áreas cercanas al Líbano, presuntamente ejecutados por Israel, provocó una escalada significativa del conflicto.
De acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, las autoridades libanesas reportaron que más de un millón de personas han sido desplazadas en el sur del Líbano desde octubre del año pasado, de las cuales cerca del 90 % lo hicieron en la última semana. En paralelo, aproximadamente 60.000 israelíes han abandonado las ciudades del norte durante ese mismo periodo.
En las últimas dos semanas, el Ministerio de Salud del Líbano informó la muerte de más de 1.000 personas, incluidas más de 100 mujeres y niños.
Entre ellos se encuentran más de una docena de comandantes de Hezbolá, incluido su líder, Hassan Nasrallah, quien dirigió el grupo militante durante más de tres décadas.
Pero, ¿cuál es el verdadero objetivo de Israel al avanzar con una invasión terrestre?
¿Qué está haciendo el ejército israelí?
Israel asegura que su invasión tiene como objetivo garantizar la seguridad de su frontera norte.
A las 2 de la madrugada del martes (hora local), el ejército israelí confirmó que lanzaría un ataque contra “pueblos cercanos a la frontera” en el sur del Líbano.
Horas más tarde, se informó que los enfrentamientos con Hezbolá se habían intensificado, mientras comandos y paracaidistas llevaban a cabo incursiones en la zona.
Israel calificó esta operación como “limitada y localizada”. En declaraciones al Washington Post, funcionarios estadounidenses indicaron que las tropas israelíes podrían retirarse una vez cumplidos sus objetivos en el sur del Líbano.
Sin embargo, Israel dejó abierta la posibilidad de una invasión a mayor escala en las próximas semanas si su objetivo es debilitar a Hezbolá y asegurar el retorno de sus ciudadanos a sus hogares.
El general de división Ori Gordin, jefe del Mando Norte del ejército israelí, al parecer busca alejar a los combatientes y las infraestructuras de Hezbolá de la frontera con el fin de establecer una “franja de seguridad” que permita el retorno seguro de los israelíes evacuados a sus hogares.
Hezbolá, considerado un grupo terrorista en el Reino Unido, fue fundado en 1982, pero ganó un considerable poder militar tras la guerra del Líbano en 2006 contra Israel. Su objetivo declarado es expulsar a las fuerzas israelíes del sur del Líbano.
El grupo lucha por los mismos intereses que Irán y recibe gran parte de su financiación de este país. La rama militar de Hezbolá es altamente sofisticada, con capacidades comparables a las de un ejército de tamaño medio, incluso superior a las propias fuerzas armadas libanesas.
¿Qué repercusiones podría generar que Israel cruce la frontera?
Dado los estrechos vínculos de Hezbolá con Irán, un ataque directo contra el grupo podría aumentar el riesgo de que este país se involucre en el conflicto, ya que Irán ha sido un adversario histórico de Israel. En abril, la situación entre los dos países se agravó, cuando Irán lanzó un ataque con drones y misiles sobre objetivos israelíes en represalia por el ataque israelí contra su embajada en Damasco, Siria.
En un video en el que decía dirigirse al pueblo iraní, aunque hablaba en inglés, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lanzó una advertencia velada a Teherán al afirmar que “no hay ningún lugar en Medio Oriente al que Israel no pueda llegar”.
Netanyahu responsabilizó al régimen iraní de llevar a su propio pueblo “al abismo” e insinuó que Israel no dudaría en actuar con firmeza para “proteger” a su gente y “salvaguardar la seguridad” de su país. Además, manifestó su convicción de que Irán alcanzaría “la libertad” en un futuro próximo, lo que transformaría por completo la dinámica en la región.
Occidente instó a Israel que no invadiera Líbano por temor a que un conflicto regional a gran escala involucre a Irán y, al mismo tiempo, se están ejerciendo fuertes presiones diplomáticas sobre Teherán para evitar su intervención.
Israel e Irán han mantenido un tenso intercambio de declaraciones hostiles y amenazas de escalada durante meses, pero la decisión de Netanyahu de actuar en Líbano introduce un riesgo considerable. Aunque el funcionario lo vea como una maniobra estratégica bien calculada, Estados Unidos, el Reino Unido y otras naciones de Occidente y Medio Oriente están claramente preocupadas por las posibles consecuencias. Creen que la respuesta de Irán, o preferiblemente su falta de acción, será determinante en el desenlace de la situación.
Traducción de Leticia Zampedri