Mexicanos resuelven escasez de agua con tecnología de polímeros
El estrés hídrico en el que viven muchas regiones del país ha complicado actividades fundamentales como la agricultura. Un grupo de mexicanos trajo al país un concepto desarrollado a base de polímeros para solucionar la escasez de agua en beneficio de la agricultura
El cambio climático afecta severamente a los países de diferentes formas, sin embargo, una de las principales, es las consecuencias que tiene sobre la agricultura y la subsistencia de los cultivos. En México, el problema no es menor, y los especialistas indican que la situación no sólo no cambiará, sino que será más grave con el paso del tiempo.
En respuesta a este escenario, un grupo de investigadores mexicanos desarrolló en el país una tecnología con un polímero superabsorbente, que han dado a conocer como “agua sólida”. Una técnica que se utiliza en países como Emiratos Árabes, Rusia, India, Ecuador y Argentina.
Funciona a través de los cristales que conforman el polímero, que capturan hasta 250 veces su peso en agua, reteniéndola en forma de gel, que rodea las raíces de las plantas de cualquier cultivo creando una reserva de agua subterránea, para abastecerse durante un periodo largo de tiempo.
La idea es mantener la humedad de la tierra en un nivel estable, para que, conforme el cultivo lo vaya necesitando, se vaya liberando para hidratarlo.
Aunque hay varios productos que utilizan esta tecnología, Agua Sólida es hoy una marca que ha enfocado a las actividades agrícolas el uso de los polímeros superabsorbentes, que se utilizan en diferentes industrias, cuidando que además sean biodegradables y no tóxicos para el suelo.
Las labores agrícolas ocupan el 76 por ciento del agua potable, del que Agua Sólida permite ahorrar hasta el 80 por ciento, gracias al menor uso del recurso y el mayor y más eficiente aprovechamiento del mismo.
Otra de las ventajas de Agua Sólida, es la diferente temporalidad en que puede ser aprovechada, pues existe una versión para cultivos temporales, como los granos, que tiene una duración de dos o tres años; y otro con más largo plazo para árboles, frutales o maderables, que puede durar cinco o seis años.
Asdrubal Mendizábal, socio fundador y director general, partió de la necesidad de asegurar el abasto de agua a partir de la escasez que le hizo notar su padre, un ingeniero químico experto en polímeros, que también le aseguró que estos elementos podrían contribuir a gestionar de forma más eficiente el agua.
Agua Sólida comenzó a comercializarse hace 12 años y cuenta con casos de éxito en la siembra de aguacates, caña de azúcar, árboles maderables, limones, duraznos, piña, maíz, entre muchos otros.