“Esto no es un juego”: Michelle Obama critica la negativa de Trump a ceder la presidencia

Michelle Obama ha instado a Donald Trump a respetar los resultados de las elecciones, diciéndole que "no es un juego" y recordándole: "La democracia es mucho más grande que el ego de cualquiera".

La exprimera dama escribió en Instagram sobre sus propias experiencias hace cuatro años y las lecciones que tuvieron para hoy.

Obama, de 56 años, dijo que estaba "herida y decepcionada" por el resultado de 2016 y señaló que Hillary Clinton perdió por un margen mucho menor que el de Trump.

"Pero los votos habían sido contados y Donald Trump había ganado. El pueblo estadounidense había hablado", dijo.

"Y una de las grandes responsabilidades de la presidencia es escuchar cuando lo hacen. Así que mi esposo y yo instruimos a nuestro personal para que hicieran lo que George y Laura Bush habían hecho por nosotros: llevar a cabo una transición de poder respetuosa y sin problemas, una de las señas de identidad de la democracia estadounidense".

Su publicación, el lunes, llegó mientras Trump tuiteaba: "¡Gané las elecciones!"

Siguió acusando a los funcionarios electorales en todo Estados Unidos de conspirar para robarle la Casa Blanca, diciendo que se había cometido un fraude masivo en Pensilvania y Georgia. No hay evidencia de esto y sus casos judiciales han sido desestimados hasta ahora.

Obama describió cómo el equipo de Trump fue invitado a la Casa Blanca y recibió "memorandos detallados" que compartían sus experiencias durante los últimos ocho años.

"Tengo que ser honesta y decir que nada de esto fue fácil para mí", dijo.

"Donald Trump había difundido mentiras racistas sobre mi esposo que habían puesto a mi familia en peligro. Eso no era algo que estuviera dispuesta a perdonar. Pero sabía que, por el bien de nuestro país, tenía que encontrar la fuerza y la madurez para dejar mi ira a un lado.

"Así que le di la bienvenida a Melania Trump a la Casa Blanca y hablé con ella sobre mi experiencia, respondiendo todas las preguntas que tenía, desde el mayor escrutinio que conlleva ser Primera Dama hasta cómo es criar niños en la Casa Blanca".

Obama y Trump, con antecedentes, educación y ambiciones muy diferentes, recorrieron la Casa Blanca y tomaron el té juntas. Obama le dijo a Trump que se sintiera libre de levantar el teléfono en cualquier momento y hacer preguntas, una oferta que Trump nunca aceptó.

"Sabía en mi corazón que era lo correcto, porque nuestra democracia es mucho más grande que el ego de cualquiera", escribió Obama.

"Nuestro amor por la patria requiere que respetemos los resultados de una elección, incluso cuando no nos agradan o deseamos que hubiera sido diferente; la presidencia no pertenece a ningún individuo ni a ningún partido.

"Fingir que sí, jugar con estas teorías de conspiración infundadas, ya sea para beneficio personal o político, es poner en peligro la salud y la seguridad de nuestro país. Esto no es un juego".

Michelle Obama concluyó exhortando a "todos los estadounidenses, especialmente a los líderes de nuestra nación" a honrar el proceso electoral y garantizar una transición sin problemas, como lo han hecho a lo largo de la historia.