Oscar Pistorius se trasladó cerca de la familia de la víctima Reeva Steenkamp para reconciliarse
El exatleta paralímpico sudafricano está a punto de ser liberado tras cumplir la mitad de su condena
Oscar Pistorius, el exatleta paralímpico sudafricano que asesinó a su novia Reeva Steenkamp en 2013, ha sido trasladado cerca de su familia antes de las conversaciones de reconciliación que podrían ayudar a allanar el camino para su pronta salida de prisión.
Pistorius, conocido como “Blade Runner” por sus piernas protésicas de fibra de carbono, pasó de ser un héroe público a un asesino convicto en un juicio que despertó el interés mundial. Está a punto de quedar en libertad tras cumplir la mitad de su condena de 13 años.
Pistorius tiene previsto hablar con los padres de Steenkamp, June y Barry Steenkamp, en un proceso conocido como diálogo entre víctima y delincuente, que forma parte del programa de justicia reparadora del sistema penitenciario sudafricano y que reúne a las partes afectadas por un determinado delito en un intento de cerrarlo.
Los reportes dicen que la reunión se organizó después de que Pistorious, de 35 años, escribiera a los Steenkamps en octubre, lo que se cree que fue su primer contacto con la familia desde su juicio en 2014.
“Están participando en el proceso porque se han comprometido a formar parte del diálogo entre víctimas y agresores. Sienten que tienen que hacerlo por Reeva”, declaró Tania Koen, abogada de los Steenkamp, sobre la familia.
El medallista de oro Pistorius, que en su día fue el niño mimado del movimiento paralímpico por impulsar un mayor reconocimiento y aceptación de los atletas discapacitados, mató a tiros a Steenkamp, modelo y estudiante de Derecho, en su cuarto de baño en 2013.
Pistorius dijo que había creído que ella era una intrusa, pero fue encarcelado en 2016, inicialmente por una pena de seis años. Tras una apelación de los fiscales, que dijeron que era demasiado indulgente, la pena fue incrementada a 13 años.
Ahora ha sido trasladado de una prisión cerca de Johannesburgo a otra en la costa este de Sudáfrica, cerca de donde viven los padres de Steenkamp.
Ni su abogado Koen ni Singabakho Nxumalo, portavoz del departamento de servicios penitenciarios, pudieron facilitar un calendario de las conversaciones.
“Es un proceso muy delicado, muy emocional... y no obligamos a la gente a participar en él”, señaló Nxumalo.
“Pero decimos que, al menos, sienta las bases para que la gente pueda, si es posible, perdonarse, encontrarse y luego intentar avanzar en armonía”, expresó.
Reuters