Presidente surcoreano Yoon Suk-yeol suspende la ley marcial tras un tenso enfrentamiento con la oposición
Manifestantes celebraron la victoria ante el parlamento surcoreano horas después de enfrentarse a los militares
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, anunció la revocación de su drástica declaración de la ley marcial pocas horas después de que sus militares se enfrentaran a manifestantes frente al parlamento.
El efímero decreto, que la oposición calificó de golpe de Estado, conmocionó a Corea del Sur luego de que el presidente prometiera eliminar a los actores “antiestatales”, a los que acusaba de simpatizar con la comunista Corea del Norte.
Tras el decreto, a última hora de la noche del martes, los militares rodearon la Asamblea Nacional en Seúl y se enfrentaron a manifestantes indignados por la declaración.
Menos de tres horas después, el parlamento votó a favor de suspender la declaración, y el presidente de la Asamblea Nacional, Woo Won-shik, declaró que la ley marcial era “inválida” y que los parlamentarios “protegerán la democracia con el pueblo”. Incluso el propio partido de Yoon pidió que se deshiciera la declaración.
No obstante, los militares se negaron a dar marcha atrás y los oficiales señalaron que esperarían a que el presidente Yoon respondiera a la votación, de acuerdo con la constitución.
Tras unas dos horas de incertidumbre, Yoon reapareció para anunciar que pronto suspendería la ley marcial.
Manifestó que su gobierno había retirado a los militares desplegados y que levantaría formalmente la ley marcial tras una reunión del gabinete en cuanto llegaran los miembros.
“Declaré la ley marcial a las 11 de la noche de ayer con la firme voluntad de salvar al país frente a las fuerzas antiestatales que intentan paralizar las funciones esenciales del Estado y destruir el orden constitucional de la democracia liberal”, expresó.
“Sin embargo, hace poco, la Asamblea Nacional exigió la suspensión de la ley marcial, por lo que se retiraron las tropas desplegadas para tales efectos. La ley marcial se suspenderá con efecto inmediato”.
Yoon convocó entonces una reunión del gabinete en la madrugada del miércoles, tras las protestas masivas y la votación parlamentaria en contra de la declaración. La ley marcial se deshizo formalmente tan rápido como se había decretado.
Sin embargo, las figuras de la oposición, enfurecidas, juraron que la enormidad de las acciones de Yoon debe dar lugar a una respuesta equivalente, a pesar de la revocación de la ley marcial.
Cho Kuk, jefe de un partido minoritario de la oposición, se dirigió a los manifestantes que protestaban ante el parlamento tras la revocación: “Esto no ha terminado. [Yoon] puso a toda la gente en estado de shock. El presidente es un ser peligroso […] que amenaza la democracia y la constitución”.
Prometió que reuniría votos de otros partidos para destituir a Yoon.
Si bien la ley marcial terminó tan rápido como empezó, el sorprendente decreto inicial del presidente trajo a la memoria una era de líderes autoritarios que el país no había visto desde la década de 1980.
También conmocionó a los aliados occidentales de Corea del Sur e incluso los comentaristas temían que Corea del Norte pudiera aprovecharse de la agitación.
Se vio a policías y militares abandonar el recinto de la asamblea después de que Woo pidiera su retirada. Lee Jae-myung, líder del liberal Partido Democrático, que tiene mayoría en el parlamento de 300 escaños, había dicho que los legisladores del partido permanecerían en la sala principal de la asamblea hasta que Yoon levantara formalmente su orden.
“Los legisladores del Partido Demócrata, entre los que me incluyo y muchos otros, protegeremos la democracia y el futuro de nuestro país, así como la seguridad pública, las vidas y las propiedades, con nuestras propias vidas”, declaró Lee a la prensa.
Las multitudes que se habían congregado frente a la asamblea y se habían enfrentado a los militares, pidiendo la dimisión de Yoon, estallaron de repente en alabanzas cuando el presidente pareció dar marcha atrás.
Según la constitución surcoreana, el presidente puede declarar la ley marcial en “tiempo de guerra, situaciones similares a la guerra u otros estados de emergencia nacional comparables” que requieran el uso de la fuerza militar para mantener la paz y el orden. Cabe preguntarse si Corea del Sur se encuentra actualmente en tal situación.
Cuando se declara la ley marcial, se pueden emplear “medidas especiales” para restringir la libertad de prensa, la libertad de reunión y otros derechos, así como el poder de los tribunales.
La constitución también establece que el presidente debe obedecer cuando la Asamblea Nacional exija el levantamiento de la ley marcial por mayoría de votos.
En Washington, la Casa Blanca declaró que Estados Unidos estaba “seriamente preocupado” por los sucesos de Seúl. Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional dijo que la administración del presidente Joe Biden no había sido notificada con antelación del anuncio de la ley marcial y que estaba en contacto con el gobierno surcoreano.
En un acto con el embajador de Japón en Washington, el vicesecretario de Estado estadounidense Kurt Campbell, diplomático de Asia desde hace muchos años, declaró que esperaban que el conflicto se resolviera pacíficamente y de acuerdo con el Estado de derecho.
Traducción de Michelle Padilla