Modi rompe su silencio sobre violencia étnica en Manipur tras un video viral de agresión a mujeres
El primer ministro de India, Narendra Modi, rompe más de dos meses de silencio sobre la mortal violencia étnica en el nordeste de India y afirma que las agresiones a dos mujeres que fueron exhibidas desnudas por una turba en el estado de Manipur son imperdonables
El primer ministro de India, Narendra Modi, rompió el jueves más de dos meses de silencio sobre la mortal violencia étnica en el nordeste de India y dijo el jueves que las agresiones a dos mujeres que fueron exhibidas desnudas por una turba en el estado de Manipur eran imperdonables.
Un video que mostraba el suceso provocó una gran indignación al hacerse viral el miércoles por la noche, a pesar de que internet está bloqueado en gran parte del remoto estado y los periodistas tienen vedado el acceso. Las imágenes muestran a dos mujeres desnudas rodeadas por docenas de hombres jóvenes que les manosean los genitales y las arrastran a un campo.
“Los culpables no se librarán. Lo que ha ocurrido a las hijas de Manipur no puede perdonarse nunca”, dijo Modi a la prensa antes de una sesión parlamentaria, en sus primeras declaraciones púbicas sobre el conflicto en Manipur.
El mandatario instó a los responsables del gobierno estatal a garantizar la seguridad de las mujeres y dijo que el incidente es “vergonzoso para cualquier nación civilizada”.
“Mi corazón está lleno de dolor e ira”, dijo.
La violencia mostrada en el video era emblemática de la situación de casi guerra civil en Manipur, donde han muerto más de 130 personas desde mayo. Las turbas han arrasando pueblos, asesinado a vecinos y quemado casas. La violencia étnica estalló por una controvertida medida de discriminación positiva, cuando cristianos kukis protestaron por las exigencias de los meiteis, de mayoría hindú, de que se les concediera un privilegio para comprar terrenos en colinas donde vívían kukis y otros grupos tribales, además de una cuota de empleos de gobierno para su grupo.
Los enfrentamientos han persistido pese a la presencia del ejército en Manipur, un estado montañoso de 3,7 millones de personas en la frontera india con Myanmar, que ahora está dividido en dos zonas étnicas. Las dos facciones enfrentadas también han formado milicias armadas y hay pueblos aislados que siguen sufriendo tiroteos. Más de 60.000 personas han huido a los abarrotados campos de ayuda.
La policía dijo que el ataque a las dos mujeres se produjo el 4 de mayo, al día siguiente de que comenzara la violencia en el estado. Según una denuncia policial del 18 de mayo, las dos mujeres formaban parte de una familia atacada por una turba que mató a sus dos familiares varones. La denuncia alegaba violaciones y asesinatos por parte de “malhechores desconocidos”.
La policía estatal ha hecho una primera detención en el caso, según dijo en Twitter el ministro jefe de Manipur, Biren Singh, sin especificar el número de personas retenidas.
“Ahora mismo hay una investigación en marcha y nos aseguraremos de que se toman medidas firmes contra todos los responsables, incluso considerando la posibilidad de pena capital. Que se sepa, no hay absolutamente ningún espacio para actos tan atroces en nuestra seguridad”, dijo Singh.
La Corte Suprema india, mientras tanto, expresó su preocupación por el ataque y pidió al gobierno que informara a la corte sobre las medidas que había tomado para detener a los acusados.
“En una democracia constitucional, es inaceptable. Si el gobierno no actúa, lo haremos nosotros”, indicó el juez de mayor rango de la corte, D.Y. Chandrachud.
Las dos mujeres están ahora a salvo en un campo de refugiados.
Pertenecen a la comunidad kuki-zo, según un comunicado del Foro de Líderes Tribales Indígenas, una organización tribal en Manipur.
La ministra india de Mujeres e Infancia, Smriti Irani, describió el incidente como “condenable y directamente inhumano”. La ministra dijo el jueves que había pesquisas en marcha y “no se ahorrarán esfuerzos para llevar a los responsables ante la justicia”.
Sin embargo, Mallikarjun Kharge, presidente del principal partido de oposición, Congreso, acusó al Partido Bharatiya Janata, la formación nacionalista hindú que gobierna el país, de “convertir la democracia y el estado derecho en la turbacracia”.
Kharge dijo que Modi debía comparecer ante el Parlamento para hablar de Manipur, algo que han pedido otros partidos opositores y activistas de derechos.
“India nunca le perdonará su silencio”, escribió en Twitter.
El Parlamento Europeo adoptó la semana pasada una resolución que pedía a las autoridades indias que tomaran medidas, detuvieran la violencia en Manipur y protegieran a las minorías religiosas, en especial a los cristianos. El Ministerio indio de Exteriores condenó esa resolución, que tachó de “interferencia” en sus asuntos internos.