Miles de visitantes desilusionados al descubrir que el tiburón ballena del acuario es un robot
La reapertura del Xiaomeisha Sea World venía cargada de expectativas, con la promesa de un tiburón ballena como su nueva gran atracción
Un acuario en China, que había permanecido cerrado durante cinco años por renovaciones, reabrió sus puertas el 1 de octubre con una nueva y esperada atracción. El Xiaomeisha Sea World, ubicado en Shenzhen, presentó un tiburón ballena que había causado gran entusiasmo.
Según el New York Post, durante la primera semana de reapertura, el zoológico marino atrajo a unos 100.000 visitantes, quienes pagaron alrededor de $40 dólares por la entrada. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que la experiencia no era lo que habían imaginado.
Muchos visitantes se sintieron defraudados al descubrir que el tiburón ballena, lejos de ser un animal real, era en realidad un robot de metal que nadaba en el acuario. La frustración llevó a varios a expresar sus quejas en Internet.
Uno de los visitantes comentó: “El recinto no es muy grande y, para colmo, el tiburón ballena es artificial”. Añadió que, para las 3 de la tarde, ya había gente exigiendo el reembolso de su entrada.
Otro visitante publicó: “Lo más decepcionante fue la exhibición del tiburón ballena. Cuando escuché el nombre, estaba muy emocionado, pero al llegar, vi que era un tiburón ballena mecánico. No tiene nada de interesante”.
Algunos asistentes también señalaron que los peces reales exhibidos no parecían estar en buen estado de salud.
Ante las críticas, los representantes de Xiaomeisha respondieron y aclararon que el robotiburón, cuya construcción costó millones de yuanes, no tenía la intención de engañar a los visitantes, sino que se hizo para cumplir con las leyes que prohíben el comercio de tiburones ballena.
Traducción de Leticia Zampedri