Persona de interés revela sus últimos momentos con la estudiante desaparecida en la República Dominicana
La policía de Virginia había aclarado que Joshua Riibe, la última persona que vio a Sudiksha Konanki, no se considera sospechoso por el momento
La última persona que vio a la estudiante de la Universidad de Pittsburgh Sudiksha Konanki antes de su desaparición en la República Dominicana dijo a las autoridades que la había sacado de aguas peligrosas antes de perderla en la oscuridad.
Joshua Riibe, de 22 años, fue confirmado como persona de interés por la policía de Virginia, aunque se aclaró que no es sospechoso por el momento. La desaparición de Konanki se considera un accidente, pero se está investigando si se trata de un caso de persona desaparecida. No obstante, Riibe no respondió a ocho preguntas de los investigadores por consejo de sus abogados.
Las autoridades dominicanas también confiscaron el pasaporte de Riibe, informa NBC News. El joven de 22 años ha estado “confinado en el hotel desde que comenzó la investigación” y cuenta con escolta policial permanente, según declararon sus abogados al citado medio.
“No es libre de irse”, explicaron sus abogados.
Konanki, estudiante de medicina de 20 años, fue vista por última vez a las 4:15 a. m. del 6 de marzo entrando en una playa mientras estaba de vacaciones con cinco compañeras universitarias en Punta Cana (República Dominicana).

Después de que sus amigos regresaran a la habitación del hotel poco antes de las 6 a. m., Konanki se quedó en la playa con Riibe, un antiguo luchador de Iowa. No se sabe si la pareja se conocía antes de encontrarse en la isla caribeña.
Declaró a la policía que había ido a nadar con Konanki y que ambos se habían besado en el agua, antes de que ella fuera arrastrada por una gran ola, informó ABC News.
“Fui un salvavidas. La agarré y la saqué”, declaró Riibe al Ministerio Público, según una transcripción de la entrevista obtenida por Noticias SIN de la República Dominicana. “Vino una gran ola y nos tumbó a los dos y, cuando volvió el agua, nos arrastró mar adentro”.

Riibe aseguró que se había puesto a Konanki bajo el brazo para nadar de vuelta a la orilla. “Tardé mucho tiempo en sacarla, fue difícil. Yo era salvavidas en una piscina, no en el mar”, dijo, según el medio.
Añadió que había tragado mucha agua de mar durante el incidente y que “podría haber perdido el conocimiento varias veces”.
Riibe dijo que recordaba haber oído a Konanki decir que iría a recoger sus pertenencias, ya que el agua los había alejado de la zona donde se habían instalado, pero que caminaba en “ángulo”.

“La última vez que la vi, le pregunté si estaba bien”, dijo Riibe según la transcripción. “No oí su respuesta porque empecé a vomitar toda el agua de mar que había tragado. Después de vomitar, miré a mi alrededor y no vi a nadie. Pensé que había tomado sus cosas y se había ido”.
Añadió que había vomitado y se había desmayado en una cama de playa. Riibe mencionó que cuando despertó, Konanki no estaba por ninguna parte.
La oficina del sheriff del condado de Loudoun, en Virginia, donde vive la familia de Konanki, confirmó a The Independent que Riibe era una persona de interés en el caso.

“Esta persona en particular puede haber sido la última en haberla visto, por lo que es de especial interés”, indicó el portavoz. “En este momento no se trata de una investigación penal, así que, para que quede claro, no es sospechoso”, añadió el portavoz.
Según The New York Post, Riibe no dio respuesta a varias preguntas de la policía, sino que solo expresó: “Mis abogados me aconsejan que no responda a esa pregunta y yo sigo su consejo”.
Al parecer, las preguntas se referían a más detalles sobre la noche de la desaparición de Konanki, incluidos sus sentimientos al respecto y a quién había informado del incidente.
Riibe supuestamente proporcionó tres relatos diferentes a las autoridades, informó el Post. Sin embargo, la CNN dijo que “no había incoherencias” en el relato de los hechos por parte de la persona en cuestión, y que los problemas de traducción podrían haber sido los culpables.
Traducción de Michelle Padilla