Arranca diálogo para el futuro de Nagorno Karabaj; Azerbaiyán dice que controla la región

Associated Press
Jueves, 21 de septiembre de 2023 06:25 EDT
EUR-GEN AZERBAIYÁN-ARMENIA
EUR-GEN AZERBAIYÁN-ARMENIA (AP)

Representantes de Nagorno Karabaj y del gobierno de Azerbaiyán se reunían el jueves para debatir el futuro de la región separatista que Azerbaiyán dice controlar por completo tras una ofensiva militar esta semana.

Las conversaciones entre los líderes regionales y el gobierno de Bakú se centrarán en la reintegración de Nagorno Karabaj en Azerbaiyán, indicaron las autoridades del territorio y la agencia noticiosa estatal azerbaiyana.

El diálogo se produce luego de que fuerzas locales armenias de Nagorno Karabaj decidieron deponer las armas tras el último estallido de violencia en un conflicto separatista que comenzó hace varias décadas.

Según la Agencia Estatal de Noticias de Azerbaiyán, una delegación de Nagorno Karabaj, acompañada por soldados de la misión de paz de Rusia, llegó a la ciudad azerbaiyana de Yevlakh, situada a unos 100 km al norte de Stepanakert, la capital regional.

Las autoridades de la región de etnia armenia, que han gestionado sus asuntos sin reconocimiento internacional desde el inicio de los conflictos a principios de la década de 1990, declararon a mediodía del miércoles que las fuerzas de autodefensa abandonarían las armas y se desmovilizarían de acuerdo con un alto el fuego mediado por Rusia.

El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, proclamó la victoria en un discurso televisado a la nación en el que afirmó que su ejército había restaurado la soberanía en la región.

El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó el jueves que unos 5.000 civiles de la región habían sido evacuados a un campamento operado por su misión de paz para huir de los combates. Muchos otros se congregaron el miércoles en el aeropuerto de Stepanakert con la esperanza de salir del territorio.

A instancias de Francia, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas convocó una reunión urgente el jueves para abordar la ofensiva de Bakú.

El ejército azerbaiyano lanzó el martes un ataque con artillería y aviones no tripuladas contra las fuerzas proarmenias, que eran menos y estaban mal armadas, debilitadas por el bloqueo de la región del Cáucaso sur, reconocida internacionalmente como parte de Azerbaiyán.

El defensor del pueblo de Nagorno Karabaj, Geghan Stepanyan, dijo que al menos 200 personas, incluyendo 10 civiles, murieron y más de 400 más resultaron heridas en los combates. En declaraciones previas, el ombudsman indicó que entre los fallecidos y heridos había menores. Las cifras no pudieron confirmarse de forma independiente.

Las hostilidades agravaron una situación humanitaria ya complicada para los residentes, que llevan meses sufriendo escasez de alimentos y medicamentos debido al bloqueo impuesto por las autoridades azerbaiyanas en la carretera que une el territorio con Armenia.

El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, aseguró en un discurso a la nación de los choques se habían reducido tras el inicio de la tregua y recalcó que la misión de paz rusa es la responsable de la seguridad de la población.

Pashinyan, que anteriormente había reconocido la soberanía de Azerbaiyán sobre Nagorno Karabaj, dijo que Armenia no se verá arrastrada al conflicto. Aunque su gobierno no participó en la negociación del acuerdo, “ha tomado nota” de la decisión de las autoridades separatistas de la región, añadió negando que hubiese tropas armenias en la región. Pero los separatistas reconocieron su presencia y dijeron que se retirarían como parte del alto el fuego.

Los manifestantes protestaron en la capital armenia, Ereván, por segunda noche consecutiva el miércoles, cortando calles y exigiendo a las autoridades que defiendan a los armenios en Nagorno Karabaj.

El portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que Estados Unidos estaba “profundamente preocupado” por las acciones del ejército azerbaiyano. “Hemos hecho hincapié repetidamente en que el uso de la fuerza es absolutamente inaceptable", apuntó, añadiendo que Washington vigilará de cerca el empeoramiento de la situación humanitaria en el territorio.

Las acciones de Azerbaiyán para recuperar el control sobre Nagorno Karabaj elevaron el temor la repetición de una guerra a gran escala entre los dos vecinos, enfrentadas por el control de la región desde la guerra separatista que terminó en 1994.

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