Ataques rusos obligan a Ucrania a adaptarse a la falta de electricidad
Durante el día, distritos enteros de la capital de Ucrania están desconectados de la red de suministro eléctrico para ahorrar energía. Los semáforos dejan de funcionar, causando colas, y rugen los generadores instalados en el exterior de cafés y tiendas.
Ucrania, incluyendo Kiev, está tratando de lidiar con nuevos apagones luego que ataques rusos dejaron al país sin la mitad de capacidad de generación eléctrica.
Habitantes y negocios de Kiev se han ido adaptando, usando generadores, transformadores y linternas, o incluso cambiando sus viajes al baño. Los ingentes daños al sistema eléctrico del país han causado incertidumbre sobre si Ucrania podrá satisfacer la demanda luego que pasen los meses cálidos del verano y llegue el frío.
“Ilumino mi apartamento como lo hacían mis abuelos: con velas y linternas”, dijo Rudoy, un agente de seguros de Israel que se trasladó de Tel Aviv a Kiev en el 2023 luego que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero del 2022.
Comentó que quería una vida nueva a pesar de la guerra, viviendo con viejos amigos y en un clima más templado, pero que no había previsto el inconveniente de vivir sin electricidad. Compró un apartamento en el séptimo piso de un edificio de 25 pisos, sin gas ni agua, que depende totalmente de la electricidad.
“Tengo que ajustar mi vida a los horarios de los apagones, de lo contrario es imposible es vivir normalmente, ni siquiera, a veces para ir al baño”, dijo Rudoy a The Associated Press.
Un amigo en un distrito cercano usualmente tiene luz cuando él no tiene, lo que le facilita la vida. Con frecuencia trabaja desde un café que tiene generador, pero hay una complicación.
“Aun si encuentras una mesa en un café cercano, los generadores hacen mucho ruido y despiden gases del diésel”, comentó. “Por eso no siempre es bueno trabajar en los cafés durante los apagones”.
Ucrania está esforzándose por satisfacer la demanda de electricidad mientras que los ataques sistemáticos contra su red eléctrica se han intensificado desde marzo, obligando a los distribuidores a racionar el suministro a viviendas en los últimos tres meses. Los máximos funcionarios del país repetidamente le piden a los aliados dar más sistemas de defensa aérea para proteger sus plantas eléctricas de los misiles y drones rusos, pero ya se ha hecho mucho daño.
Los apagones en Kiev son los peores desde los primeros meses de la guerra, cuando Rusia atacó las centrales eléctricas del país en el frío invernal, llevando a las autoridades a erigir centros comunales de calefacción y puntos de concentración donde la población podía tomar té, recargar sus teléfonos y obtener ayuda.