Australianos y neozelandeses se preparan para recibir 2024 con fuegos artificiales
Australianos y neozelandeses ultimaban el domingo los preparativos de Nochevieja para convertirse en unas de las primeras naciones en dar la bienvenida a 2024, mientras las guerras en Ucrania y Gaza ensombrecen las celebraciones y elevan la tensión en todo el mundo.
Se espera que la lluvia remita en la ciudad más grande de Nueva Zelanda, Auckland, en torno a la medianoche, cuando la pirotecnia iluminará la estructura más alta del país, la Torre Sky, como pieza central del espectáculo anual de luces.
Dos horas más tarde, en la vecina Australia, el puente de la bahía Sydney será el punto clave del conocido espectáculo de luz y fuegos artificiales de medianoche que cada año ven alrededor de 425 millones de personas en todo el mundo, según las autoridades.
En Sydney se ha desplegado más policía que nunca para garantizar la seguridad mientras más de un millón de personas — uno de cada cinco residentes en la ciudad — se congregan en el paseo marítimo para disfrutar de las mejores vistas posibles, indicó el gobierno en un comunicado.
Muchos llevan acampados en los mejor lugares desde el domingo en la mañana.
El paseo ha sido el escenario de encendidas protestas propalestinas luego de que las velas de la emblemática Ópera de Sydney se iluminó con los colores de la bandera de Israel tras el letal ataque del grupo insurgente palestino Hamás el 7 de octubre, que desencadenó la guerra.
En Nueva York, autoridades y organizadores dicen que están preparados para recibir a multitudes de fiesteros y garantizar su seguridad durante la emblemática celebración del cambio de año en Times Square.
En una conferencia de prensa sobre seguridad, el alcalde de la Ciudad de Nueva York, Eric Adams, explicó el viernes que no existían “amenazas específicas” a la fiesta de Fin de Año, que se espera que reúna a decenas de miles de personas en el corazón de Manhattan.
El evento, lleno de celebridades, contará las actuaciones en vivo de Flo Rida, Megan Thee Stallion y LL Cool J, además de con la aparición de Cardi B, entre otros. Los organizadores esperan que la asistencia regrese a los niveles previos a la pandemia del COVID, aunque el tránsito peatonal en torno a Times Square sigue siendo menor que antes de la crisis sanitaria.
Ante las protestas casi diarias que se registran en la ciudad a causa de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, la policía indicó que ampliará el perímetro de seguridad en torno a la fiesta creando una “zona de seguridad” que les permitiría bloquear posibles manifestaciones.
“Saldremos con nuestros perros, a caballo, en helicóptero, en barco”, dijo Adams agregando que se vigilarán las protestas con drones. “Pero como vimos el año pasado, tras no haber recibido amenazas específicas, recibimos una".
Durante la última Nochevieja, un hombre armado con un machete atacó a tres agentes de policía a unas manzanas de Times Square.
Francia también reforzará la seguridad en todo el país el domingo con 90.000 agentes adicionales, según la jefa de inteligencia nacional, Céline Berthon, el viernes.
De ellos, 6.000 estarán en París, donde de acuerdo con el ministro del Interior, Gerald Darmanin, se espera que más de 1,5 millones de personas acudan a las celebraciones en los Campos Elíseos. Según el funcionario, hay “una amenaza terrorista muy elevada”, debido en parte “a lo que está ocurriendo en Israel y Palestina”, apuntó acerca de la guerra en Gaza.
Por primera vez, la policía francesa utilizará drones como parte de un operativo de seguridad que incluye miles de bomberos y 5.000 soldados, dijo.
En la capital francesa, la celebración de Año Nuevo está centrada en los Juegos Olímpicos de 2024 e incluirá sesiones de DJs, fuegos artificiales y proyecciones de video sobre el Arco del Triunfo para destacar “los cambios en la ciudad y las caras de los Juegos”, según explicó la oficina de prensa de la Ciudad de París. Entre las actividades previstas destacan “la mayor ola jamás realizada” y un “karaoke gigante”. Las autoridades locales han vetado la venta de alcohol en los Campos Elíseos y en sus inmediaciones en Nochevieja, y los asistentes no podrán acceder al lugar con botellas de vidrio y petacas.
El desafío de seguridad que suponen los Juegos quedó de manifiesto tras la muerte de un turista en un ataque con arma blanca cerca de la Torre Eiffel el 2 de diciembre. Los ataques a gran escala — como el perpetrado en 2015 por insurgentes de Estado Islámico que dejó 130 muertos — siguen en el recuerdo.
En Pakistán, de mayoría musulmana, el gobierno ha prohibido todas las celebraciones de Año Nuevo como muestra de solidaridad con los palestinos.
En un mensaje televisado durante la noche, el primer ministro interino, Anwaar-ul-Haq Kakar, instó a los paquistaníes a "mostrar su solidaridad con el oprimido pueblo de Gaza” comenzando el año de forma austera.