La policía española busca al líder separatista catalán prófugo Carles Puigdemont
El expresidente regional apareció ante cientos de seguidores que le aclamaban y desapareció de inmediato Detuvieron a un agente de policía por su implicación en la fuga
La policía catalana busca al fugitivo separatista catalán Carles Puigdemont tras su regreso a España por primera vez en siete años. Se dirigió a una multitud de miles de personas que se habían concentrado en un acto de apoyo, antes de volver a desaparecer.
El expresidente de Cataluña (61) subió a un estrado para pronunciar un breve discurso cerca del Parlamento catalán en Barcelona ante miles de seguidores que se habían presentado con banderas independentistas y pancartas en las que se veía su rostro.
“Aunque muchos quieran festejar mi detención, y quieran que este castigo nos disuade [...],
hoy he venido aquí para recordarles que aún estamos aquí. Todavía estamos aquí porque no tenemos derecho a renunciar”, declaró.
Puigdemont huyó a Bélgica hace siete años tras fracasar su intento de secesión y desde entonces vive en el exilio. Se enfrenta a una orden de detención por presunta malversación, un cargo que él niega.
Hoy, el Departamento de Interior catalán confirmó que huyó de nuevo. La policía detuvo y registró los vehículos que se dirigían a la frontera francesa y montó controles de tránsito en las carreteras que rodean la ciudad, a raíz de los informes de que Puigdemont fue visto abandonar el Parlamento en un auto. Los controles y registros policiales desencadenaron un caos de tráfico en Barcelona y cerca de la frontera. Al parecer, la operación de búsqueda, denominada Jaula, concluyó unas horas más tarde.
Un portavoz del Ministerio del Interior catalán confirmó que Puigdemont había eludido la captura hasta el momento. “Puedo confirmar que no hemos detenido a Puigdemont todavía”, declaró.
Un agente de la policía catalana fue detenido por su participación en la fuga, según un portavoz del cuerpo. Según los medios de comunicación españoles, el agente en cuestión es el titular del vehículo en el que Puigdemont escapó después de dirigirse al público este jueves cerca del Arco de Triunfo de Barcelona.
Los seguidores de Puigdemont esperan que su regreso reavive el entusiasmo por la causa independentista catalana, que ha perdido el ímpetu en los últimos años. “Representa el regreso de un símbolo”, comentó Xavier Vizcaíno (63), que estaba envuelto en una bandera independentista.
Vizcaíno dijo que no tenía claras las intenciones de Puigdemont dado el riesgo de encarcelamiento que enfrenta éste. De todos modos, espera que su regreso impulse nuevamente el movimiento independentista.
“Espero que sea un estímulo que ayude al movimiento a recuperar energías y esfuerzos”, afirmó. Agregó: “Espero que su regreso corresponda a un plan concreto y bien calculado”.
Tras su discurso, Puigdemont fue rápidamente escoltado entre la multitud por miembros de su partido Juntos por Cataluña (Junts). Sin embargo, no se le vio entre los políticos que llegaron más tarde al Parlamento.
En la sesión parlamentaria del jueves, el político socialista Salvador Illa será nombrado nuevo presidente catalán, poniendo fin a más de 10 años de gobiernos separatistas en la región del noreste de España.
El regreso de Puigdemont supone un desafío directo a las autoridades judiciales españolas y a su frágil gobierno de coalición. En concreto, la presencia del expresidente de la región podría contribuir a un recrudecimiento de las tensiones entre los separatistas catalanes y las autoridades madrileñas.
En un video difundido el miércoles, en el que esbozaba su plan de regreso, Puigdemont se quejaba de no poder “asistir libremente” al parlamento y de haber sufrido “una larga persecución”.
También agregó: “Debería poder asistir al Parlamento libremente. El hecho de que correría el riesgo de sufrir una detención arbitraria e ilegal es una prueba de la existencia de una anomalía democrática que debemos denunciar y resistir”.
No está claro cómo procederán las autoridades si Puigdemont es detenido. Su detención podría poner en peligro la frágil alianza del gobierno de coalición nacional, liderado por los socialistas, junto con el partido de Puigdemond, Junts, del que los socialistas dependen para el apoyo legislativo.
Existe un polémico proyecto de ley de amnistía que podría exculparle a él y a otros cientos de partidarios de la independencia de Cataluña de cualquier delito relacionado con las elecciones ilegales de 2017.
Si bien el Parlamento español aprobó dicho proyecto de ley a principios de este año, ha sido recurrido por el Tribunal Supremo. Como consecuencia, queda poco claro cuáles delitos podrían indultarse. Incluso es posible que a Puigdemont le podrían poner en prisión preventiva si es detenido.
El regreso del exdirigente catalán amenaza con complicar un acuerdo negociado tras meses de jaque mate políticos entre el Partido Socialista Catalán (PSC) de Illa y el otro principal partido separatista catalán y de izquierdas, Esquerra Republicana (ERC).
El acuerdo había garantizado el apoyo suficiente en el Parlamento de Cataluña para que Illa se convirtiera en el próximo presidente regional.
“Hemos tenido que asistir a un esperpento, a una anomalía democrática, de ver a un delincuente, un huido de la justicia, que ha podido celebrar un mitin a pocos metros del Parlament”, declaró a la prensa Ignacio Garriga, secretario general del partido ultraderechista Vox, a las puertas del Parlamento catalán. Agregó: “No entendemos por qué no lo han detenido todavía”.
Este informe fue elaborado con información de agencias
Traducción de Anna McDonnell