Consternados por la guerra de Moscú, voluntarios rusos se unen al ejército de Ucrania
Cuando la invasión rusa de Ucrania desencadenó la guerra, en Moscú, un joven ruso que ahora responde al nombre de Karabas se sumió en la desesperación. Conmocionado por las imágenes de lo que les estaba ocurriendo a los ucranianos en las zonas ocupadas por Rusia, decidió actuar — contra Rusia, su país y su patria.
Karabas dijo que sabía que lo que hacía era drástico. Empacó sus cosas y decidió encontrar una forma de llegar a Ucrania para unirse a las filas del ejército de Kiev que combatían contra las tropas rusas.
Tardó casi un año en conseguirlo.
Hoy forma parte del Batallón Siberiano, una unidad compuesta por rusos que se alistado en el ejército ucraniano para luchar contra su patria, con la esperanza de poder ayudar algún día a derrocar al presidente ruso, Vladímir Putin. La mayoría proceden de minorías étnicas del extremo oriental de Rusia.
“Estaba desilusionado con mi propia gente”, recordó Karabas quien, como otros combatientes del batallón, habló con The Associated Press a condición de que se utilizase únicamente su apelativo militar.
“Por eso quise venir aquí (...) y luchar por una Ucrania libre”, agregó.
Cuando Rusia lanzó su invasión a gran escala sobre Ucrania el 24 de febrero de 2022, Karabas dijo que se sintió consternado por la forma en la que la mayoría de los rusos que conocía apoyaban ciegamente a Putin o eran indiferentes a la guerra.
Algunas veces su dolor era tan abrumador que rompía a lloraba, apuntó.
A diferencia de otras unidades de voluntarios en Ucrania que cuentan con ciudadanos rusos en sus filas — como la Legión Libertad de Rusia o el Cuerpo de Voluntarios Rusos — el Batallón Siberiano forma parte oficialmente del ejército regular de Kiev.
Sus combatientes pasan extensos controles de seguridad, que en algunas ocasiones duran hasta un año, antes de recibir formación y ocupar las líneas del frente en el este de Ucrania, donde se han librado algunos de los combates más feroces de la guerra y donde las tropas ucranianas y rusas están sumidas en una guerra de posiciones por el control del territorio.
Karabas viajó primero a Armenia. Una vez allí, buscó amigos ucranianos y aprendió el idioma, que ahora habla con fluidez, negándose a pronunciar ni una palabra en su ruso natal.
El miércoles, durante unas maniobras de formación a las afueras de la capital ucraniana, más de una docena de rusos del batallón dispararon sus metralletas en una práctica de tiro, arrojando cartuchos sobre la nieve que cubría el piso.
Los combatientes del batallón procedentes de Siberia oriental esperan que una victoria ucraniana los acerque un poco más al desmantelamiento del control político que ejerce Moscú sobre la región, que una de las más pobres de Rusia. Los miembros de las comunidades étnicas yakut y buryat de la zona se quejan de racismo y opresión en Rusia, lo que llevó a algunos activistas a reclamar la independencia.
Otro combatiente ruso, que se hace llamar Holod, dice abiertamente que quiere que el gobierno de Putin abandone el poder.
“Cuando esto ocurra, podremos hablar de victoria”, apuntó. “Al menos, Rusia dejará de ser una fuente de agresiones repentinas”.
Rusos como Karabas dejaron atrás toda su vida, incluyendo a sus familias y amigos. Huyeron a un tercer país antes de poder viajar a Ucrania, pero dicen que no tenían otra opción.
Según cuentan, la integración en las fuerzas ucranianas fue un proceso largo: escrutaron sus documentos y, si superaban ese trámite, pasaban largos interrogatorios a su llegada a Ucrania.
El batallón, que tiene varias docenas de efectivos, se creó hace seis meses. Los líderes militares ucranianos esperan sumar más miembros a sus filas y, en base a las solicitudes recibidas hasta el momento, esperan tener una unidad con 300 combatientes rusos.
Algunos de los integrantes ya han sido desplegados cerca de Avdiivka, una ciudad controlada por Ucrania en la región de Donetsk, que las fuerzas de Putin llevan tiempo tratando de tomar.
Según Karabas “debe haber, decenas, cientos de miles de" rusos como él, dispuestos a luchar del lado ucraniano.
“Creo que deberíamos tener muchos más (combatientes rusos)", afirmó.