España: seis heridos en el primer encierro de las polémicas fiestas de San Fermín
Cientos de miles de personas corren delante de una manada de toros cada año por las estrechas calles de Pamplona para celebrar las fiestas de San Fermín
Seis personas resultaron heridas en el primer día de las fiestas de este año en la ciudad española de Pamplona.
Según informó el gobierno local de Navarra, entre los heridos se encontraba un hombre estadounidense de Nueva York.
Personas de todo el mundo participan cada año en el “encierro”, una tradición polémica que ha provocado la crítica de los defensores de los animales. Cientos de miles de personas corren por las calles de Pamplona hacia la Plaza de Toros para celebrar las famosas fiestas de San Fermín, una celebración de una semana de duración que tiene lugar entre el 6 y el 14 de julio.
Los seis primeros toros se sueltan en las sinuosas y antiguas calles de Pamplona a las 8 de la mañana del 7 de julio, y otros seis hacen el mismo recorrido a la misma hora cada día de las fiestas.
Les acompañan otros seis novillos (conocidos como los cabestros) y otros tres corren detrás del rebaño para favorecer su avance.
Los participantes corren delante de los toros a lo largo de un recorrido de 875 metros. Las normas estipulan que los participantes deben ser mayores de 18 años, correr en la misma dirección que los toros sin provocarlos, y no estar bajo los efectos del alcohol, aunque el amplio consumo del vino tinto y la sangría hace que las infracciones a las reglas sean habituales.
Los participantes suelen vestir totalmente de blanco con un pañuelo rojo al cuello y una faja en el cinturón. No solo es el traje tradicional de la zona, sino también está pensado para garantizar la máxima visibilidad de los corredores.
Esta tradición, cuyo origen se remonta a 1592, ha suscitado en los últimos años las críticas de los defensores de los derechos de los animales, ya que, según la organización sin fines de lucro Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA), los toros son sacrificados tras el encierro.
Representantes de PETA afirman que los aterrados animales a menudo se caen o chocan de cabeza contra las paredes, lo que provoca lesiones o incluso la muerte en algunos casos.
“Tras los encierros, se celebran corridas en las que los toreros a veces drogan a los toros para debilitarlos, les arrojan sacos de arena a la espalda, les cortan los cuernos para desequilibrarlos y les frotan los ojos con vaselina para impedirles ver bien. Los toreros hacen trampas de todo tipo para 'ganar' corridas en las que los toros no tienen más remedio que ser explotados”, se afirma en un artículo en el sitio web de PETA.
En vísperas de la celebración de las fiestas de este año, activistas de PETA y AnimaNaturalis se concentraron en la Plaza Consistorial para protestar contra los abusos a los toros en las fiestas. Llevaban cuernos de toro manchados de sangre falsa para mostrar su disconformidad con la tauromaquia.
Traducción de Anna McDonnell