Estas son las cifras que han definido los primeros 100 días del segundo mandato de Trump

El presidente estadounidense Donald Trump ha dedicado los primeros 100 días de su regreso a la Casa Blanca a realizar un trabajo de demolición, y eso es un motivo de orgullo para su gobierno.
Para la administración republicana, las cifras de acciones ejecutivas, deportaciones, reducciones en la fuerza laboral federal, aumentos en las tarifas arancelarias y otros temas apuntan hacia una renovación del país. Sin embargo, para los críticos de Trump, el mandatario ejerce su autoridad en formas que desafían la separación de poderes establecida en la Constitución y plantean el riesgo de desencadenar una recesión.
Desde órdenes ejecutivas hasta deportaciones, estas son algunas de las cifras que han definido los primeros 100 días de Trump:
Aproximadamente 140 órdenes ejecutivas
En tan solo 100 días, Trump casi ha igualado el número de órdenes ejecutivas que su predecesor, el demócrata Joe Biden, firmó durante los cuatro años de su mandato, que sumaron 162. Trump, con aproximadamente 140, se mueve a un ritmo no visto desde la presidencia de Franklin Delano Roosevelt, cuando la Gran Depresión exigió acciones urgentes.
Pero el número, por sí solo, no captura el alcance sin precedentes de las acciones de Trump. Sin buscar la aprobación del Congreso, el republicano ha utilizado sus órdenes y directivas para imponer cientos de miles de millones de dólares anuales en nuevos gravámenes a las importaciones y remodelar la burocracia federal permitiendo despidos masivos.
John Woolley, catedrático de la Universidad de California, Santa Bárbara y codirector del Proyecto de la Presidencia Estadounidense, ve “afirmaciones muy agresivas de autoridad presidencial en todo tipo de formas” que son mucho más audaces que cualquier cosa hecha por presidentes anteriores. Eso incluye el programa de condonación de deuda estudiantil de Biden y la decisión de Barack Obama de permitir la residencia a inmigrantes que llegaron al país sin autorización cuando eran niños.
“Ninguna de esas acciones tenía la cualidad arbitraria y contundente de las acciones de Trump”, dijo Woolley.
145% de tarifa arancelaria a China
La agenda arancelaria de Trump ha sacudido a la economía global. Ha atacado a los dos mayores socios comerciales de Estados Unidos, México y Canadá, con tarifas de hasta el 25% debido al tráfico de fentanilo. Ha impuesto gravámenes a las importaciones de autos, acero y aluminio. En su “Día de la Liberación” el 2 de abril, impuso aranceles tan altos a docenas de países que los mercados financieros entraron en pánico, lo que lo hizo retroceder y establecer un impuesto base del 10% a las importaciones para permitir 90 días de negociaciones sobre acuerdos comerciales.
Pero eso palidece ante el arancel de 145% que impuso a China, lo que llevó al país asiático a contraatacar con un impuesto del 125% a los productos estadounidenses. Los productos electrónicos están exentos de aranceles. Pero las presiones inflacionarias y los temores de recesión están en aumento, ya que una guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo podría salirse de control de maneras peligrosas.
El presidente estadounidense señaló que China ha estado hablando con su administración, pero su descripción de las conversaciones ha sido vaga. El gobierno chino dice que no hay negociaciones comerciales de ningún tipo. Trump confía en que los aranceles recauden suficientes ingresos para que pueda reducir impuestos, aun mientras habla simultáneamente de la posibilidad de un acuerdo.
Hasta ahora, a pesar de los riesgos económicos, el equipo de Trump muestra poca disposición a ceder, aun cuando el presidente afirma que se logrará un acuerdo con China.
“Creo que la desaceleración depende de China porque nos venden cinco veces más de lo que nosotros les vendemos a ellos”, dijo el lunes a CNBC el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
Más de 26.000 kilómetros cuadrados de Crimea
Trump dijo durante su campaña presidencial que podría desactivar rápidamente la guerra iniciada por Rusia en Ucrania. Pero los aliados europeos y otros países dicen que las declaraciones del mandatario sobre cómo terminar la guerra reflejan una preocupante afinidad por el líder ruso Vladímir Putin.
En la propuesta de paz de Trump se indica que Ucrania debe reconocer la autoridad rusa sobre los más de 26.000 kilómetros cuadrados (10.000 millas cuadradas) de la península de Crimea. El presidente ucraniano Volodymr Zelenskyy rechazó tajantemente la idea: “No hay nada de qué hablar, es nuestra tierra, la tierra del pueblo ucraniano”.
Esencialmente, el presidente de Estados Unidos le pide a Ucrania que renuncie a cualquier reclamo sobre una masa de tierra ligeramente más grande que Maryland. Rusia anexó el área en 2014 cuando Obama era presidente, y Trump dice que simplemente está siendo realista sobre su futuro.
Las cuatro reuniones que el enviado de Washington, Steve Witkoff, ha tenido con Putin aún no han producido un marco confiable para el acuerdo que Trump quiere lograr.
Tras los recientes ataques con misiles rusos en ciudades y pueblos ucranianos, Trump publicó en las redes sociales que tal vez Putin “no quiere detener la guerra, solo me está dando largas”.
Más de 2.000 palestinos muertos en Gaza
Trump estaba ansioso por atribuirse el mérito de un acuerdo de “alto el fuego épico” en la guerra entre Israel y Hamás para reiniciar la liberación de los rehenes capturados en el ataque que el grupo armado efectuó el 7 de octubre de 2023. Pero el alto el fuego terminó en marzo, y más de 2.000 palestinos han muerto desde que colapsó la tregua temporal. Las autoridades palestinas calculan el número total de muertes por encima de 52.200. El ingreso de alimentos, combustible y medicinas a la Franja de Gaza ha estado detenido durante casi 60 días.
Trump dijo en febrero que retiraría a los palestinos de la Franja de Gaza y los reubicaría en otro lugar, sugiriendo que Estados Unidos podría hacerse cargo del área, retirar los edificios destruidos y construir una lujosa “Riviera del Oriente Medio”.
Aproximadamente 280.000 empleos federales perdidos
El Departamento de Eficiencia Gubernamental, liderado por el multimillonario tecnológico y asesor Elon Musk, está reduciendo drásticamente la fuerza laboral del gobierno. En todas las agencias, ha habido alrededor de 60.000 despidos, incluso en el departamento de rentas internas (IRS, por sus siglas en inglés), lo que podría dificultar la recaudación de impuestos y reducir el déficit presupuestario. Otros 75.000 trabajadores federales aceptaron ofertas de separación voluntaria de la administración. Y el gobierno de Trump ha propuesto al menos otros 145.000 recortes de empleos.
Esas pérdidas de empleos estimadas no incluyen los posibles despidos y congelaciones de contrataciones en organizaciones sin fines de lucro, contratistas gubernamentales y universidades cuyos fondos federales fueron congelados por el gobierno de Trump.
Cuando el republicano asumió la presidencia, el gobierno federal tenía alrededor de tres millones de empleados federales, incluido el Servicio Postal de Estados Unidos, según el Departamento de Trabajo.
139.000 deportaciones
El gobierno de Trump dice que ha deportado a 139.000 personas que estaban en Estados Unidos sin la debida autorización legal. En los primeros meses del republicano en el cargo también se ha producido una fuerte caída en los cruces en la frontera suroeste, pues la Patrulla Fronteriza registró 7.181 encuentros en marzo, frente a 137.473 en el mismo mes del año pasado.
Las deportaciones ocasionalmente han quedado rezagadas con respecto a las cifras de Biden, pero los funcionarios de Trump rechazan la comparación diciendo que se mezclan “peras con manzanas” porque ahora menos personas cruzan la frontera.
La administración sostiene que está deshaciéndose de criminales violentos y peligrosos. Pero muchos migrantes que afirman su inocencia han sido deportados sin el debido proceso.
En abril, la Corte Suprema ordenó al gobierno de Trump que “facilite” el regreso a Estados Unidos de Kilmar Ábrego García, un ciudadano de El Salvador que fue deportado a su país de origen. Ábrego García vivía en Maryland y contaba con una orden de un tribunal migratorio que impedía su deportación a su país natal por temor a que enfrentara la persecución de las pandillas locales. Hasta ahora, Ábrego García sigue detenido en una prisión salvadoreña.
Trump dijo la semana pasada que ganó la elección presidencial con la promesa de realizar deportaciones y que los tribunales obstaculizan sus esfuerzos.
“Los estamos sacando, y un juez puede decir: ‘No, debes tener un juicio’”, dijo Trump. “El juicio va a tomar dos años, y ahora vamos a tener un país muy peligroso si no se nos permite hacer lo que tenemos derecho a hacer”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.