Francia condena altercado entre policía israelí y personal del consulado francés en Jerusalén
La policía israelí irrumpió armada en un complejo eclesiástico francés en la ciudad de Jerusalén el jueves, informó el Ministerio de Asuntos Exteriores francés, y detuvo brevemente a dos empleados del consulado, provocando que el principal diplomático francés cancelara la visita que tenía planeada al sitio.
El insólito incidente amenaza con tensar aún más las relaciones entre Israel y Francia semanas después de que el presidente francés Emmanuel Macron a imponer un embargo de armas a Israel, lo que provocó reacciones adversas por parte del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
El Ministerio de Asuntos Exteriores francés dijo que convocaría al embajador israelí en los próximos días para plantear una queja por el incidente.
Un comunicado del gobierno francés indicaba que las fuerzas de seguridad israelíes habían irrumpido en el patio de la Iglesia del Pater Noster, lo cual enfureció al Ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, y lo llevó a cancelar su visita programada allí.
La cancillería mencionó que la policía israelí detuvo a dos miembros del personal del consulado francés en Jerusalén a pesar de su estatus diplomático, agregando que los empleados fueron liberados sólo tras la intervención de Barrot.
“Es probable que este ataque a la integridad de un recinto bajo la responsabilidad de Francia debilite los lazos que he venido a cultivar con Israel en un momento en que todos necesitamos avanzar hacia la paz en la región”, dijo Barrot a los periodistas en Jerusalén.
Barrot sostuvo reuniones con funcionarios israelíes el jueves en la ciudad, donde abogó por un cese al fuego para detener el bombardeo israelí en Gaza y llamó a una solución diplomática en Líbano —un antiguo protectorado francés que Israel invadió el mes pasado como parte de su campaña militar contra la milicia libanesa Hezbollah.
“Estas acciones son inaceptables”, dice la declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores francés sobre el altercado del jueves entre las fuerzas de seguridad israelíes y el personal diplomático francés. “Francia condena (estas acciones) con todo vigor ya que ocurren en un momento en que está haciendo todo lo posible por trabajar hacia la desescalada de la violencia en la región”.
La policía israelí describió el incidente como un malentendido, y dijo que dos trabajadores de la iglesia que se negaron a identificarse le habían impedido la entrada a los guardias de seguridad israelíes que acompañaban al ministro Barrot en su visita a la iglesia.
La policía israelí dijo que retuvo a los hombres durante unos 20 minutos y los liberó una vez que fueron identificados como empleados del consulado francés en Jerusalén, que funge como el ente protector de las comunidades religiosas francesas y de cuatro sitios sagrados en la ciudad.
La policía israelí dijo que todos los ministros extranjeros en visitas oficiales a Israel tienen asignados guardias de seguridad israelíes para sus viajes. Indicó que la logística de la visita de Barrot se había acordado de antemano con la embajada francesa en Israel, y le advirtió al público que no contribuyera a las “narrativas engañosas” sobre el altercado.
El recinto que Barrot había planeado visitar —ubicado en el Monte de los Olivos con vista a la Ciudad Vieja de Jerusalén— alberga una iglesia originalmente construida por los Cruzados, quienes creían que allí fue donde Jesús enseñó el Pater Noster, o Padre Nuestro.
Posteriormente fue adquirido por la Princesa Héloïse de la Tour d’Auvergne, quien hizo escribir la oración en caligrafía en varios idiomas en las paredes de los claustros y el patio, el cual también alberga las ruinas de la Iglesia bizantina de Eleona. El sitio fue confiado a las monjas carmelitas francesas en 1874.
“Este recinto no sólo le ha pertenecido a Francia durante más de 150 años”, dijo Barrot. “Es uno donde Francia ha garantizado la seguridad y el mantenimiento con enorme cuidado”.
El incidente del jueves recordó varios otros altercados a lo largo de los años entre funcionarios franceses irritados y guardias de seguridad israelíes asertivos.
En 2020, el presidente Macron perdió la paciencia con los oficiales de seguridad israelíes que insistieron en acompañarlo dentro de otra iglesia francesa en Jerusalén.
En 1996, el entonces presidente francés Jacques Chirac acusó a las fuerzas de seguridad israelíes de empujar y zarandear a su comitiva en un altercado que incluso provocó una disculpa por parte de un joven primer ministro Netanyahu durante su primer año en el cargo.
Estos enfrentamientos adquieren un significado simbólico en Jerusalén, uno de los lugares más ferozmente disputados del mundo.
Israel considera a Jerusalén como su “capital unificada y eterna” desde que capturó Jerusalén Este, que incluye la Ciudad Vieja, en la guerra de Medio Oriente de 1967, junto con Cisjordania y Gaza. Los palestinos quieren esos territorios para su futuro Estado, con Jerusalén Este como su eventual capital. Israel se anexó la parte oriental de la ciudad en un movimiento no reconocido internacionalmente.
Luego del ataque de Hamás a Israel del 7 de octubre de 2023, el presidente Macron enfatizó su apoyo a Israel y su derecho a defenderse. Pero las tensiones han escalado en las últimas semanas ya que Macron ha exigido que Israel haga mayores esfuerzos para evitar las cada vez mayores bajas civiles en sus ofensivas en Gaza y Líbano
Barrot planea viajar también el jueves a Cisjordania, otro territorio palestino ocupado por Israel, para conversar con el presidente palestino Mahmud Abás.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de la AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.