Galardonados con los Premios Princesa de Asturias se unen en defensa de la libertad
La música de Joan Manuel Serrat, las obras de la poeta Ana Blandiana y la historietista Marjane Sartrapi, la trayectoria deportiva de Carolina Marín o los descubrimientos de un grupo de científicos para controlar la diabetes y la obesidad fueron reconocidos el viernes con los Premios Princesa de Asturias en España en una ceremonia que ofreció un firme alegato de la defensa de la libertad.
“Creo en la libertad, la justicia y la democracia, valores que van de la mano o que no van. Y les confieso que no estoy conforme ni a gusto con el mundo y con el tiempo que me tocó vivir recientemente”, dijo un emocionado Serrat, a quien el jurado reconoció por su prolífica carrera de casi seis décadas, que comenzó durante la dictadura en España y ha estado marcada por la defensa de la democracia y la libertad.
“Vivimos un tiempo contaminado, hostil, insolidario, donde los valores democráticos y morales han sido sustituidos por la avidez del mercado y donde todo tiene un precio. No me gusta ser testigo de atrocidades sin unánimes y contundentes respuestas. No me conformo al ver los sueños varados en la otra orilla del río”, añadió el cantautor catalán.
Retirado de los escenarios desde fines del año pasado, Serrat cerró su intervención sobre la alfombra de color azul “Asturias” que cubría el escenario del Teatro Campoamor de Oviedo, interpretando uno de sus éxitos, “Aquellas pequeñas cosas”, acompañado de una violinista.
La historietista, cineasta y pintora francoiraní Marjane Satrapi, considerada una voz esencial en la defensa de los derechos humanos y la libertad, así como del compromiso cívico liderado por mujeres, abogó por enseñar a los más jóvenes que “el verdadero éxito radica ante todo en el humanismo”.
Tras recibir el premio de Comunicación y Humanidades, Satrapi, —autora de la reconocida novela gráfica “Persépolis” sobre su infancia y adolescencia durante la revolución iraní—, lanzó una crítica al machismo y a los feminicidios afirmando que "entre los que los biólogos denominan animales auténticos, es decir los mamíferos, el hombre es el único que mata a su hembra. Y calificamos ese acto como bestial, siendo así que ninguna otra bestia, fuera de nosotros, lo comete”.
Los Princesa de Asturias, considerados los Nobel del mundo hispanohablante, premian cada año a personas o instituciones que hacen aportaciones significativas en ocho ámbitos sociales. Los galardones, que tienen una dotación económica de 50.000 euros (53.000 dólares), reciben su nombre de la heredera al trono de España, la princesa Leonor, quien fue la encargada de entregar los diplomas conmemorativos el viernes.
Parafraseando al filósofo y escritor Miguel de Unamuno, la poeta Ana Blandiana —merecedora del Princesa de Asturias de las Letras por una carrera que discurrió en gran parte durante el régimen comunista en su Rumania natal y por su capacidad de resistencia frente a la censura— hizo un análisis del mundo actual “en el que las naciones se difuminan ante las ideologías, como un ancla en la profundidad del tiempo, en cuya superficie se estrellan las olas siempre cambiantes de la posmodernidad”.
El académico, pensador y expolítico canadiense Michael Ignatieff, premiado en la categoría de Ciencias Sociales, reiteró su compromiso por la igualdad de género en un discurso en el que defendió la lucha “para ser mujeres y hombres libres en un mundo saturado de manipulación y mentiras... Poder llamarnos libres y merecerlo realmente es el premio que más importa en la vida”.
Carolina Marín, considerada la mejor jugadora en la historia del bádminton en España y una de las mejores del mundo, se convirtió en la octava mujer que recoge el premio en Deporte ante la emocionada mirada de su madre desde la platea. Además de títulos mundiales y europeos, su palmarés cuenta con un oro olímpico en Río 2016 que no pudo revalidar este verano en París tras sufrir una lesión en las semifinales del torneo.
Entre los premiados figuran los científicos Daniel J. Drucker, Jeffrey M. Friedman, Joel F. Habener, Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov, que compartieron el galardón de Investigación Científica y Técnica por el impacto clínico y social de sus investigaciones que contribuyeron a establecer las bases endocrinas de la diabetes y la obesidad y el desarrollo de fármacos eficaces.
El secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Mariano Jabonero Blanco, recibió el premio de Cooperación Internacional para la institución y la presidenta de Magnum Photos, Cristina de Middel, hizo lo propio con el de la Concordia por la icónica y exigente labor de fotoperiodismo de la agencia internacional fundada en 1947 por Robert Capa, Henri Cartier-Bresson o Maria Eisner, entre otros. De Middel acudió a la ceremonia con dos de sus predecesores, Olivia Arthur y Thomas Dworzak, que no dejaron de hacer fotos del acto con sus cámaras.
Con el telón de fondo de las sangrientas guerras que se libran en Oriente Medio, Ucrania o Sudán, el rey de España, Felipe VI, cerró el acto con una advertencia contra la polarización y un llamado a la cooperación.
“En este mundo globalizado de grandes magnitudes y oportunidades, entre avances tecnológicos inimaginables, la deshumanización es un riesgo latente... La historia nos alerta de los graves riesgos de la polarización, de la negación del otro por sus convicciones o creencias, porque piensa, reza o vota distinto”, dijo el monarca, que se sumó a la “llamada incesante a la contención y a la humanidad".
Agregó que "el multilateralismo y la cooperación, sin duda, son nuestras mejores herramientas para afrontar los desafíos globales de nuestro tiempo”.