Grupo de DDHH dice no tener acceso a presos en Níger
Activistas por los derechos humanos en Níger dicen que no se les ha permitido acceder a altos funcionarios políticos detenidos cuando los militares derrocaron hace casi tres semanas al presidente elegido democráticamente.
Los militares que encabezaron el golpe de Estado contra el presidente Mohamed Bazoum arrestaron a varios ministros y otros dirigentes políticos, según Ali Idrissa, secretario ejecutivo de la Red de Organizaciones por la Transparencia y análisis de Presupuestos, un grupo local de derechos humanos. Los pedidos de verlos y verificar su estado no han recibido respuesta, aseguró.
La junta que tomó el poder mantiene a Bazoum, su esposa y su hijo bajo arresto domiciliario en su complejo en la capital desde el 26 de julio. Dice que piensa juzgar a Bazoum por “alta traición” y socavar la seguridad del Estado, delitos que en Níger conllevan la pena de muerte.
El vocero de la junta, coronel mayor Amadou Abdramane, dijo en una emisión televisada el domingo por la noche que los detenidos reciben un trato y humanitario y no han manifestado problemas de salud. Representantes de los líderes del golpe no respondieron al preguntárseles si las organizaciones defensoras podrían visitar a Bazoum y los demás o comunicarse con ellos.
Para muchas naciones occidentales, Níger era el último socio democrático en el Sahel, la región al sur del desierto de Sahara, con el que podían contar para combatir una insurgencia yihadista creciente vinculada con Al Qaeda y el grupo extremista Estado Islámico.
Estados Unidos y Francia tienen unos 2.500 efectivos militares en Níger para entrenar sus fuerzas armadas y, en el caso de Francia, realizar operaciones conjuntas. La junta dice que el gobierno de Bazoum presuntamente fracasó en su intento de frenar la violencia extremista con apoyo occidental.
Los golpes de Estado son frecuentes en el Sahel. Burkina Faso y Mali han tenido dos cada uno desde 2020, pero no incurrieron en la misma condena internacional y presiones que el de Níger.
En los últimos días, la junta ha enviado señales confusas sobre su disposición a negociar una resolución pacífica a la crisis en Níger.
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO/ECOWAS, por sus siglas en inglés) ha amenazado con intervenir militarmente si no se restituye a Bazoum y ha activado una fuerza en alerta para restaurar el orden. La junta se negó a permitir el ingreso de un equipo mediador de la CEDEAO, pero dijo el domingo que estaba abierta al diálogo con el bloque.
“Para la CEDEAO y los países occidentales, este golpe rebalsó el vaso”, dijo Hannah Rae Armstrong, una consultora independiente sobre el Sahel. “Pero hasta ahora, la respuesta intransigente parece tener el efecto contrario y endurecer al régimen militar”.