Jefe humanitario de ONU deja el cargo por motivos de salud
El jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, dejará el puesto por motivos de salud después de casi tres años de intentar solucionar las cada vez más crisis humanitarias en Ucrania, Gaza y África, informó el lunes Naciones Unidas.
El secretario general de la ONU, António Guterres, elogió a Griffiths “por su tremendo liderazgo y servicio a Naciones Unidas y la comunidad humanitaria al defender a las personas afectadas por la crisis y movilizar recursos para abordar su necesidades”, dijo el vocero adjunto de la ONU, Farhan Haq.
Griffiths, de 72 años, le dijo a The Associated Press hace unas semanas que tuvo un caso severo de COVID-19 en octubre y todavía sufre de COVID prolongado.
Griffiths aceptó el puesto de secretario general adjunto de asuntos humanitarios y coordinador del socorro de emergencia de la ONU en julio de 2021 conforme las crisis alrededor del mundo iban en aumento y los fondos para el apoyo humanitario se reducían.
Un diplomático veterano británico y experimentado negociador con experiencia a nivel mundial, fungió como enviado especial de la ONU para Yemen durante tres años antes de ocupar el principal puesto humanitario de Naciones Unidas.
Haq dijo que Griffiths permanecerá en el puesto hasta finales de junio a fin de permitir una fácil transición.
En 1994, Griffiths sirvió en Ginebra como director del Departamento de Asuntos Humanitarios de la ONU, que precedió el establecimiento de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas que ahora dirige.
De 1999 a 2010, fue el director fundador del Centro para el Diálogo Humanitario en Ginebra, en donde, según la ONU, se especializó en desarrollar el diálogo político entre gobiernos e insurgentes en una serie de países en Asia, África y Europa.
Griffiths fungió como el primer director ejecutivo del Instituto Europeo para la Paz de 2014 a 2018, como asesor especial de tres enviados especiales de la ONU para Siria y como titular adjunto de la misión de Naciones Unidas en Siria de 2012 a 2014, durante los primeros años del actual conflicto en el país.
A inicios de su carrera, fue diplomático británico y trabajó para varias organizaciones humanitarias internacionales, incluidas UNICEF, Save the Children y Action Aid.