Mark Rutte es nombrado jefe de la OTAN. Necesitará toda la capacidad de negociar que ganó en Holanda
A lo largo de más de una docena de años en la cima de la política holandesa, Mark Rutte aprendió una o dos cosas sobre encontrar el consenso entre miembros divididos de una coalición. Ahora llevará esa experiencia de dirigir cuatro partidos de coalición en su país al escenario internacional como nuevo secretario general de la OTAN.
Los embajadores de la OTAN nombraron el martes al primer ministro saliente como próximo secretario general de la alianza, su puesto civil más alto. Está previsto que lidere la organización militar más grande del mundo a partir de octubre.
El actual secretario general, Jens Stoltenberg, dijo que Rutte era un auténtico defensor de la alianza transatlántica “y un constructor de consenso. Le deseo todo el éxito mientras seguimos reforzando a la OTAN para los desafíos de hoy y mañana. Sé que dejo la OTAN en buenas manos”.
Rutte será felicitado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y sus homólogos en una cumbre en Washington entre el 9 y el 11 de julio centrada en el apoyo a Ucrania ante la invasión rusa, quizá el mayor desafío de la alianza.
En redes sociales, Rutte describió su nominación como “un tremendo honor”.
“La alianza es y seguirá siendo la piedra angular de nuestra seguridad colectiva. Liderar esta organización es una responsabilidad que no me tomo a la ligera”, escribió en X. Añadió que estaba deseando “asumir la posición en octubre con gran energía”.
Los secretarios generales presiden las reuniones generales y guían las delicadas consultas entre estados miembros para garantizar que la organización, que funciona por consenso, puede funcionar sin incidentes. El líder de la OTAN también se asegura de que las decisiones se aplican y habla en nombre de todos los miembros.
Rutte se ha visto puesto a prueba incluso antes de tomar el relevo a Stoltenberg.
Conseguir el puesto de jefe de la OTAN requirió todas las habilidades diplomáticas de Rutte para convencer a los indecisos, como el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, de que respaldaran su candidatura.
Rutte tuvo que aceptar la demanda de Hungría de que no se la obligará a enviar tropas o fondos para un nuevo plan de apoyo a Ucrania. En una alianza que funciona por consenso, todos los países tienen derecho de veto.
Una exportavoz de la OTAN también creía que Rutte era una buena opción para el puesto.
“Como Stoltenberg, Rutte es pragmático y uno de los pocos políticos europeos que ha desarrollado una buena relación de trabajo no sólo con Joe Biden, sino también con Donald Trump. Eso podría ser un activo clave para la OTAN después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre", señaló Oana Lungescu, exvocera jefe de la OTAN.
Rutte “está considerado como un gestor fiable para liderar a la OTAN en épocas turbulentas, como ha hecho Stoltenberg durante la última década”, dijo a The Associated Press Lungescu, ahora experta del centro de estudios de seguridad y defensa Royal United Services Institute.
De experto en historia a gerente corporativo y político
Rutte, graduado en historia y exdirector de recursos humanos en la multinacional de productos de consumo Unilever, se convirtió en primer ministro de Holanda por primera vez en octubre de 2010. Renunció al cargo el pasado julio ante las discrepancias en su coalición de cuatro partidos sobre cómo contener la inmigración.
Aunque ha sido uno de los políticos más destacados de Europa durante años, Rutte ha mantenido los pies en la tierra.
A menudo se le ve circular en bicicleta por su localidad natal, La Haya, o caminando desde su oficina a una reunión mientras se come una manzana. Cuando entregó la renuncia de su gobierno al rey Guillermo Alejandro el año pasado, condujo hasta el lujoso palacio real en un vehículo familiar Saab.
El pasado jueves, cuando se retiró su último rival para el puesto en la OTAN, Rutte posó —vestido con tejanos, una camisa blanca y gafas de sol— para tomarse fotos con la gente ante su oficina, sentado en su bicicleta.
Como primer ministro de Holanda, Rutte fue un firme defensor de Ucrania y su derecho a defenderse tras la invasión rusa de plena escala en 2022. Bajo su liderazgo, Holanda prometió material militar a Kiev como tanques Leopard y cazas F-16.
Dijo que la guerra en el flanco oriental de Europa era uno de los motivos por los que aspiraba al puesto como jefe de la OTAN.
La carrera política de Rutte no han sido todo facilidades
Rutte se recuperó de una serie de escándalos durante su mandato en Holanda. Su habilidad para evitar que las controversias dejaran huella en su historial le valieron el apodo de Mark Teflon.
Su tercer gobierno de coalición renunció a principios de 2021 por un escándalo relacionado con investigaciones sobre pagos del sistema de protección de menores que clasificó erróneamente a miles de padres como estafadores.
Unos pocos meses después, Rutte demostró ser un maestro de la supervivencia al liderar a su formación conservadora Partido Popular por la Libertad y la Democracia a la victoria en las elecciones nacionales y armar su cuarta y última coalición de gobierno con los mismos partidos que habían renunciado antes para dar pie a las elecciones.
Experiencia en política internacional
Sus años en el cargo también han afinado su habilidad a nivel internacional. Rutte se desenvolvió en las cumbres de la Unión Europea con una gran sonrisa y un estrechón de manos firme, y desarrolló fuertes relaciones de trabajo con líderes influyentes como la excanciller de Alemania Angela Merkel y el presidente de Francia, Emmanuel Macron. También visitó a Biden y a Trump en Washington.
“Como veterano de cumbres de la UE, Rutte llevará una visión diferente de la compleja relación entre la OTAN y la UE a la de Stoltenberg”, dijo Lungescu. “Pero también tendrá que asegurarse de que los esfuerzos de la UE de defensa complementan, en lugar de socavar, la OTAN en este momento crítico”.
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El periodista de Associated Press Lorne Cook en Bruselas contribuyó a este despacho.