Nominada de Trump a embajadora en la ONU será cuestionada sobre guerras y armas nucleares
Se espera que la representante Elise Stefanik enfrente cuestionamientos sobre su falta de experiencia en política exterior, su fuerte apoyo a Israel y sus opiniones sobre la financiación de la ONU y sus numerosas agencias, en su audiencia de confirmación del martes para convertirse en la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas.
Educada en Harvard y el cuarto miembro más importante de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Stefanik fue elegida para el Congreso en 2015 como republicana moderada, y deja el cargo una década después como una de las aliadas más fervientes del presidente Donald Trump. Stefanik se convirtió en partidaria de Trump después del ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos, cuando el republicano negó haber perdido las elecciones frente al demócrata Joe Biden.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, “espera volver a trabajar con el presidente Trump en su segundo mandato”, dijo el lunes el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq.
Cuando Trump anunció el nombramiento de Stefanik, su exasesor de seguridad nacional, John Bolton, dijo a The Associated Press que la ve como la nueva versión de Nikki Haley, la embajadora de Trump en la ONU en su primer mandato. Haley luego contendió, sin éxito, por la nominación del Partido Republicano el año pasado.
Stefanik “quiere postularse para presidenta en 2028″, dijo Bolton, que también se desempeñó como embajador de Estados Unidos ante la ONU en el gobierno del presidente George W. Bush. “Se da cuenta de que no tiene experiencia en política exterior, así que qué mejor manera (de adquirirla) que convertirse en embajadora de la ONU. Se queda dos años, y luego se va”.
Cuando Stefanik comparezca ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, es probable que sea interrogada sobre sus opiniones sobre las guerras en Gaza, Ucrania, Sudán y otros lugares, así como sobre los programas nucleares de Corea del Norte e Irán, todos los cuales son temas en la agenda de la ONU.
Estados Unidos cubre alrededor de una quinta parte del presupuesto regular de la ONU, y se espera que Stefanik sea cuestionada sobre sus comentarios acerca de reducir el presupuesto de ese organismo y continuar apoyando a sus múltiples agencias. Estas abordan distintos temas, desde salud, educación y migración hasta derechos reproductivos y proliferación nuclear.
Stefanik vio crecer su perfil tras interrogar agresivamente el año pasado a tres presidentes universitarios sobre el antisemitismo en sus campus, lo que provocó la renuncia de dos de ellos, un acto que Trump elogió repetidamente.
Ha apoyado abiertamente a Israel, especialmente desde los ataques transfronterizos de Hamás el 7 de octubre de 2023, en los que un grupo armado mató a unas 1.200 personas y tomó a cerca de 250 rehenes. Esto provocó la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, donde ha tomado fuerza un alto el fuego que Estados Unidos ayudó a negociar.
Stefanik ha acusado a la ONU de ser un “antro de antisemitismo” por criticar los ataques aéreos y terrestres de Israel en Gaza, que han provocado la muerte de más de 46.000 palestinos, según autoridades de salud locales, que no distinguen entre civiles y milicianos, pero afirman que las mujeres y los niños constituyen más de la mitad de los muertos.
Si es confirmada, Stefanik dijo que planea enfrentar lo que ella dice es antisemitismo en el organismo mundial.
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Lederer informó desde las Naciones Unidas
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.