Nuevo premier británico dice que polémico plan de deportación a Ruanda está “muerto y enterrado”
El primer ministro británico, Keir Starmer, dijo el sábado en su primer día completo en el cargo que eliminará una controvertida política conservadora para deportar a Ruanda a las personas que buscan asilo, al tiempo que prometió poner en marcha un cambio, aunque advirtió que tomará tiempo.
“El plan de Ruanda estaba muerto y enterrado antes de comenzar”, dijo Starmer en su primera conferencia de prensa. “Nunca ha servido como medida disuasiva. Casi al contrario”.
El anuncio era esperado por muchas personas debido a que Starmer dijo que eliminaría el plan, que ha costado cientos de millones de dólares, pero que nunca despegó.
La conferencia de prensa se produjo luego de su primera reunión con el Gabinete, mientras el nuevo gobierno asume el enorme reto de resolver una gran cantidad de problemas locales y ganarse a un público cansado de años de austeridad, caos político y una apaleada economía.
Starmer dio la bienvenida a los nuevos ministros alrededor de la mesa en el número 10 de Downing Street, y dijo que el mayor honor de su vida ha sido que el rey Carlos III le pidiera formar un gobierno en una ceremonia en la que, oficialmente, fue elevado al cargo de primer ministro.
“Tenemos una gran cantidad de trabajo por hacer, así que ahora, nos pondremos manos a la obra”, señaló.
El viernes, el Partido Laborista de Starmer dio el mayor golpe a los conservadores en sus 200 años de historia, en una aplastante victoria lograda con una plataforma de cambio.
Entre la gran cantidad de problemas que enfrentan está impulsar una lenta economía, reparar un sistema de atención sanitaria en ruinas y restaurar la confianza en el gobierno.
“El simple hecho de que los laboristas lograran una contundente victoria no significa que todos los problemas que ha enfrentado el gobierno conservador hayan desaparecido”, dijo Tim Bale, catedrático de ciencia política de la Universidad Queen Mary de Londres.
En sus primeras declaraciones como primer ministro, realizadas después de la ceremonia del “besamanos” con el rey Carlos en el Palacio de Buckingham, Starmer señaló que se pondría a trabajar de inmediato, aunque advirtió que podría pasar algo de tiempo para que empezara a mostrar resultados.
“Cambiar un país no es como pulsar un interruptor”, dijo, mientras un grupo de simpatizantes entusiastas lo aclamaba afuera de su nueva residencia. “Esto tomará tiempo. Pero, sin duda, el trabajo de cambio comienza inmediatamente”.
Starmer tendrá una ocupada agenda después de la campaña de seis semanas, en la que cruzó las cuatro naciones que conforman el Reino Unido.