Por qué se romperá una tradición centenaria cuando entierren al papa Francisco fuera del Vaticano
Su sepultura refleja la humilde actitud con la que abordó el magnánimo cargo
El papa Francisco será enterrado en un lugar que refleja la humilde actitud con la que abordó el magnánimo cargo.
Rompiendo con la tradición, el pontífice, cuya muerte a los 88 años se anunció el lunes de Pascua, eligió un lugar de entierro fuera del Vaticano, el primer papa que lo hace en 120 años.
El Vaticano anunció que el funeral tendrá lugar el sábado en la Plaza de San Pedro, frente a la Basílica de San Pedro, donde se entierra a la mayoría de los papas.
Sin embargo, la última morada de Francisco será la Basílica de Santa María la Mayor, una de las cuatro basílicas mayores de la cristiandad en Roma, situada en la colina del Esquilino.
El último papa enterrado fuera del Vaticano fue León XIII en 1903.
El testamento de Francisco estipulaba un entierro sencillo “en la tierra, sin decoración particular”, marcado únicamente con su nombre papal en latín: Franciscus.

Este enfoque discreto coincide con sus esfuerzos por dar un toque más humilde al papado y evitar a menudo la pompa tradicional del Vaticano y optar por ritos más sencillos.
Francisco apreciaba mucho Santa María la Mayor, a unos 4 km del Vaticano, por su devoción a María, Madre de Dios. Rezaba allí antes de emprender y regresar de cada viaje al extranjero.
“Siempre he tenido una gran devoción por Santa María la Mayor, incluso antes de ser papa”, dijo Francisco en su libro de 2024 El Sucesor (The Successor), que relata una larga entrevista con el periodista Javier Martínez-Brocal.
Francisco, nacido en Argentina, rezó en la basílica a primera hora del 14 de marzo de 2013, al día siguiente de convertirse en el primer papa latinoamericano.
Se dice que el techo de oro de la iglesia se hizo con un lote del precioso metal traído del Nuevo Mundo por el explorador Cristóbal Colón.

Francisco regresó en momentos clave de su papado: rezó por el fin de la pandemia de coronavirus en una Roma confinada en 2020 y tras sus cirugías abdominales en 2021 y 2023.
En la capilla paulina de la nave izquierda de la basílica se conserva un venerado ícono bizantino de María. Un jarrón de rosas doradas, que Francisco donó en 2023, descansa entre candelabros bajo el ícono.
Antes de llegar a la entrada de la capilla, hay una estatua de María, Reina de la Paz, encargada por el papa Benedicto XV en 1918 para pedir a Dios el fin de la Primera Guerra Mundial. En mayo de 2022, Francisco dirigió un servicio internacional de oración por la paz en Ucrania y otros lugares devastados por la guerra.
El almacén de candelabros
“Justo después de la escultura de la Reina de la Paz, hay un pequeño hueco, una puerta que conduce a una sala donde se guardaban candelabros. Lo vi y pensé: ‘este es el lugar’”, dijo el papa en El Sucesor, refiriéndose al lugar donde estará su tumba.
Su ataúd de ciprés no estará revestido de plomo, con otra capa exterior de madera, como ha sido habitual para los papas.

En la Antigua Roma, el Esquilino se utilizaba para enterrar a los esclavos, los pobres y los condenados a muerte. En la actualidad, alberga la Stazione Termini, la principal estación de ferrocarril de Roma, y es un barrio multiétnico y populoso donde se han instalado muchos directores y actores de cine.
Santa María la Mayor fue fundada en 432, un año después de que el Concilio de Éfeso declarara a María como Madre de Dios. Es la única basílica de Roma que conserva la primitiva estructura paleocristiana, aunque ha habido muchos añadidos posteriores.
Hay una leyendarepresentada en un mosaico del siglo XIII en la logia de la basílica, que habla de una milagrosa nevada estival que tuvo lugar en el futuro emplazamiento de la iglesia.
Los romanos se reúnen cada 5 de agosto para celebrar el milagro de la Madonna Della Neve, o Virgen de las Nieves.
La basílica alberga los cuerpos de siete papas y varias figuras religiosas, entre ellas el cardenal Bernard Law, antiguo arzobispo de Boston, que se hizo tristemente célebre por su papel en el encubrimiento de abuso sexual a menores por parte de sacerdotes.
Asimismo, es el lugar de enterramiento del escultor y arquitecto barroco Gian Lorenzo Bernini. Una escalera de caracol que lleva su nombre conecta los cinco pisos de un edificio anexo a la iglesia. Se dice que su forma de concha simboliza el viaje cristiano de la tierra al cielo.
Traducción de Michelle Padilla