Partidos gobernantes de Irlanda podrían mantener el poder tras elecciones divididas
Los dos partidos de centro-derecha irlandeses, dominantes durante mucho tiempo, parecían tener posibilidades de formar un nuevo gobierno tras conocerse el domingo los resultados de unas elecciones nacionales fragmentadas, aunque con un porcentaje de votos reducido y unas complejas negociaciones de coalición por delante.
Como excepción a la tendencia general contraria a los partidos en el poder, el Fianna Fail y el Fine Gael fueron los dos partidos más votados, por delante del Sinn Fein, de la oposición de centro-izquierda.
Bajo el sistema de representación proporcional de Irlanda, la proporción de votos no se traduce de manera directa en escaños en el parlamento. Con aproximadamente dos tercios de los resultados declarados, el Fianna Fail estaba en camino de ser el partido más grande en el Dáil de 174 escaños, la cámara baja del parlamento, mientras que el Fine Gael y el Sinn Fein luchaban por el segundo lugar.
Es seguro que ningún partido tendrá suficientes escaños para gobernar por sí solo, y el resultado más probable es una coalición entre el Fianna Fail, liderado por Micheál Martin, y el Fine Gael bajo el primer ministro saliente Simon Harris. En ese caso, Harris o Martin —o posiblemente ambos, si acuerdan un reparto de las labores— se convertirán en el próximo primer ministro de Irlanda, conocido como el taoiseach.
El Sinn Fein, que aspira a reunificar la República de Irlanda con el territorio británico de Irlanda del Norte, carece de un camino claro hacia el poder porque los otros dos partidos dicen que no trabajarán con él, en parte por el vínculo histórico que mantuvo con el Ejército Republicano Irlandés durante tres décadas de violencia en Irlanda del Norte.
Irlanda utiliza un sistema complejo de representación proporcional en el que cada una de las 43 circunscripciones del país elige a varios legisladores y los votantes clasifican a los candidatos en orden de preferencia. Como resultado, puede tomar días conocer los resultados completos.
“El pueblo de Irlanda ha hablado ahora”, dijo Harris. “Ahora tenemos que averiguar exactamente qué han dicho, y eso va a llevar un poco de tiempo”.
El coste de la vida —en especial la grave crisis de la vivienda que atraviesa Irlanda— fue uno de los temas dominantes en las tres semanas de campaña, junto con la inmigración, que se ha convertido en una cuestión emotiva y desafiante en un país de 5,4 millones de habitantes definido desde hace tiempo por la emigración.
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Lawless informó desde Londres.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.