Rusia ataca la planta siderúrgica de Mariúpol días después de que Putin ordenara no hacerlo
Miles de soldados y civiles ucranianos se refugian en la acería asediada de Azovstal
Las tropas rusas atacaron la planta siderúrgica de Azovstal, en Mariúpol, solo dos días después de que el presidente Vladimir Putin ordenara a sus generales de no hacerlo, según declaró Ucrania.
Oleksiy Arestovich, asesor del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, señaló el sábado que los soldados del Kremlin estaban asediando la acería, el último bastión de Ucrania en la ciudad, donde se refugian miles de soldados y civiles ucranianos.
“El enemigo está tratando de suprimir por completo la resistencia de los defensores de Mariúpol en la zona de Azovstal”, aseveró.
Sus comentarios se produjeron días después de que Putin dijera a su ministro de Defensa, Sergei Shoigu, que no tomara la planta siderúrgica en un asalto total, sino que se basara en un bloqueo.
“Bloqueen esta zona industrial para que no pueda pasar ni una mosca”, ordenó el presidente ruso. “No es necesario subir a estas catacumbas y arrastrarse bajo tierra por estas instalaciones industriales”.
En unas declaraciones televisadas el jueves, Putin también afirmó que Rusia había logrado “liberar” la ciudad, la mayor parte de la cual ha sido destruida en gran parte por los bombardeos rusos de los últimos dos meses.
Sin embargo, las tropas ucranianas de Azovstal refutaron esta idea, y uno de ellos declaró a la BBC a principios de esta semana que “mientras estemos aquí, Mariúpol sigue bajo el control de Ucrania”.
El regimiento Azov de la guardia nacional ucraniana, que tiene vínculos nacionalistas, publicó imágenes de dos docenas de mujeres y niños que, al parecer, habían estado viviendo bajo tierra en los túneles de la planta siderúrgica durante los últimos dos meses.
En el vídeo, grabado el jueves, se ve a los soldados dando dulces a los niños, y una niña dice que ella y su familia “no han visto ni el cielo ni el sol” desde que salieron de casa el 27 de febrero.
“Queremos ver un cielo tranquilo, queremos respirar aire fresco”, comenta una mujer en el vídeo. “Sencillamente, no tienes ni idea de lo que significa para nosotros el solo comer, beber un poco de té azucarado. Para nosotros ya es la felicidad”.
Más de 1.000 civiles y unos 2.000 soldados ucranianos se encuentran actualmente en Azovstal, según Kyiv. Los funcionarios locales han calculado que 100.000 residentes permanecen en la ciudad con suministros extremadamente limitados de alimentos y agua.
Se cree que en Mariúpol han muerto miles de personas en las últimas ocho semanas, y las nuevas fotos por satélite parecen mostrar que se han cavado recientemente fosas comunes en las ciudades cercanas. Las autoridades ucranianas estiman que los soldados rusos podrían haber enterrado allí 9.000 cuerpos.
Poco antes del anuncio del gobierno ucraniano sobre el nuevo ataque a Azovstal, la inteligencia militar británica señaló que continuaban los “intensos combates” en Mariúpol.
“A pesar de su declarada conquista de Mariúpol, siguen produciéndose fuertes combates que frustran los intentos rusos de capturar la ciudad, lo que frena aún más su deseado progreso en el Donbás”, subrayó el Ministerio de Defensa británico.
Añadió que Rusia no había logrado ningún avance importante en Ucrania en las últimas 24 horas. Sin embargo, Serhiy Haidai, gobernador de la región de Luhansk, dijo que los bombardeos rusos se habían intensificado en las ciudades controladas por Ucrania en la región.
Mariúpol, parte de la región industrial del este de Ucrania conocida como Donbás, ha sido un objetivo clave de Rusia desde que comenzó la invasión el 24 de febrero y ha adquirido una importancia desmesurada en la guerra. Completar su captura daría a Rusia su mayor victoria hasta el momento, después de que un asedio de casi dos meses redujera gran parte de la ciudad a una ruina humeante y matara a unas 20.000 personas allí.
Ocupar Mariúpol privaría a los ucranianos de un puerto vital, liberaría a las tropas rusas para luchar en otros lugares y permitiría a Rusia crear un corredor terrestre con la península de Crimea, que Moscú arrebató a Ucrania en 2014.
Se cree que más de 100.000 personas -frente a una población de alrededor de 430.000 antes de la guerra- están atrapadas en Mariúpol con poca comida, agua o calefacción, según las autoridades ucranianas, que estiman que más de 20.000 civiles han muerto en la ciudad.
En su discurso nocturno en vídeo, el presidente Zelensky denunció todas las víctimas de la guerra, señalando que la fiesta de Pascua conmemora la resurrección de Cristo tras su muerte por crucifixión.
“Creemos en la victoria, de la vida sobre la muerte”, manifestó. “Por muy encarnizadas que sean las batallas, no hay posibilidad de que la muerte venza a la vida. Todo el mundo lo sabe. Todo cristiano lo sabe”.
También advirtió que Rusia intentaría invadir otros países del este de Europa si su invasión de Ucrania tuviera éxito.
También el sábado, el presidente Zelensky habló con el primer ministro británico, Boris Johnson, sobre una “nueva fase” de ayuda militar, que incluye el suministro de armamento pesado, según declaró el jefe de gabinete adjunto del presidente, Andriy Sybiga.