Presidente chino impulsa mayor inversión extranjera en medio de una economía rezagada

En un discurso dirigido a importantes líderes empresariales globales, el presidente chino Xi Jinping instó a los inversores extranjeros a tener fe en las perspectivas comerciales de China, en la medida más reciente para revitalizar la segunda economía más grande del mundo, que se ha desacelerado debido a una crisis inmobiliaria y a la pérdida de impulso.
“China siempre ha sido y, ciertamente, será un destino de inversión ideal, seguro y prometedor para los inversores extranjeros”, afirmó Xi a ejecutivos, entre los que estaban Akio Toyoda, presidente de Toyota, Lee Jae-yong, presidente de Samsung Electronics y Stephen Allen Schwarzman, CEO de la firma de inversión Blackstone.
China sigue siendo un importante exportador de productos a países de todo el mundo y cuenta con un mercado interno de 1.400 millones de personas. Sin embargo, la excesiva construcción en el sector inmobiliario ha paralizado billones de dólares en capital, minando la confianza empresarial y del consumidor y privando a la economía de su vitalidad pasada, mientras que la guerra arancelaria desatada por Estados Unidos agrava esos problemas.
Las empresas privadas, que generan gran parte del crecimiento y el empleo en la economía del país, dominada por el estado, han soportado gran parte de la carga tras años de medidas regulatorias que han sacudido la confianza de los empresarios y otros inversores.
La respuesta sin precedentes de China al brote de COVID-19 también obligó a cerrar negocios durante casi tres años y algunos sectores de la economía aún no se recuperan, particularmente los que se relacionan con las cadenas de suministro globales.
Sin embargo, Xi, considerado algo escéptico cuando se trata de invitar a empresas extranjeras, dijo que los inversores extranjeros podían tener confianza en que “la puerta de apertura se abrirá más y más. La política de utilizar la inversión extranjera no ha cambiado y no cambiará”, expresó.
“China tiene un enorme potencial de inversión y consumo”, añadió.
China ha establecido un objetivo de crecimiento económico de alrededor del 5% para este año, el mismo que el año pasado y un nivel que, según los analistas, sería difícil de alcanzar.
El gobierno ha dicho que intentaría estimular la economía, de aproximadamente 20 billones de dólares, mediante la obtención de créditos para una serie de iniciativas, como dar 300.000 millones de yuanes (41.300 millones de dólares) en reembolsos a los consumidores que cambien autos y electrodomésticos viejos por nuevos. Pero gran parte del endeudamiento se destinará a apoyar el mercado de la vivienda y a los gobiernos locales agobiados por la deuda.
Lo que está claro es que la guerra comercial con Estados Unidos ha dejado un panorama incierto para los próximos meses. Desde que asumió el cargo en enero, Trump aumentó dos veces los aranceles a las importaciones de China, estableciéndolos en un 20% en general. China no ha mostrado señales de retroceder, imponiendo aranceles de represalia a los productos estadounidenses.
Xi no mencionó los aranceles directamente, pero pareció referirse a la importancia de los términos comerciales estables cuando dijo que “Apagar las luces de otras personas no hará que tus propias luces brillen más. Bloquear los caminos de otras personas acabará bloqueando tus propios caminos”.
Sin embargo, por ahora, China busca presentarse como “un destino de inversión ideal, seguro y prometedor para los inversores extranjeros”, manifestó.
“Ir con China es ir con oportunidades. Creer en China es creer en el mañana. Invertir en China es invertir en el futuro”, dijo el presidente, quien se convirtió en líder vitalicio y también encabeza el gobernante Partido Comunista.
Otros de los empresarios que asistieron el viernes fueron Amin H. Nasser, presidente de Saudi Aramco; Sherard Louis Cowper-Coles, presidente del Consejo Empresarial China-Reino Unido; Oliver Zipse, CEO de BMW y Ray Dalio, director de inversiones del fondo de cobertura Bridgewater Associates.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.