Putin se anexa “para siempre” cuatro regiones de Ucrania y Kyiv solicita el ingreso en la OTAN
“Esta es la voluntad de millones de personas”, asegura el líder ruso
El líder ruso Vladimir Putin declaró que hay “cuatro nuevas regiones de Rusia” al presidir una ceremonia en el Kremlin para anunciar que Moscú reclamaba las regiones ucranianas de Zaporizhzhia, Donetsk, Luhansk y Kherson.
“Esta es la voluntad de millones de personas”, señaló en un discurso ante cientos de dignatarios en el Salón de San Jorge del Kremlin.
Y añadió: “Quiero que las autoridades de Kyiv y sus verdaderos amos en Occidente me escuchen, para que lo recuerden. Las personas que viven en Luhansk y Donetsk, Kherson y Zaporizhzhia se están convirtiendo en nuestros ciudadanos. Para siempre”.
En un acto celebrado a última hora en la Plaza Roja, dijo a los rusos que Moscú “haría todo lo posible para apoyar a nuestros hermanos y hermanas de Zaporizhzhia y Kherson, y de Donetsk y Luhansk”.
Y continuó: “Nos hemos hecho más fuertes porque estamos juntos. Tenemos la verdad. Y la verdad significa poder. Significa victoria. La victoria será nuestra”.
El anuncio provocó una rápida respuesta por parte de Ucrania: el Presidente Volodymyr Zelensky celebró su propia ceremonia de firma y publicó un vídeo en el que se le veía plasmando en papel su solicitud formal de adhesión a la OTAN.
Afirmó que Kyiv estaba “dando un paso decisivo para la seguridad de las naciones libres”. Y añadió: “Todo el territorio de nuestro país será liberado de este enemigo. Rusia ya lo sabe. Siente nuestro poder”.
Washington anunció nuevas sanciones y la Unión Europea dijo que nunca reconocería la anexión ni las votaciones que la precedieron.
La ceremonia tuvo lugar tres días después de la finalización de los referendos montados de forma apresurada, en los que los apoderados de Moscú en las regiones ocupadas reclamaron mayorías de hasta el 99 por ciento a favor de unirse a Rusia.
Ucrania y los gobiernos occidentales calificaron dichas votaciones de falsas e ilegítimas, y afirman una y otra vez que no reconocerán los votos ni las anexiones.
En un discurso airado y vociferante, Putin pidió a Ucrania que depusiera las armas y pusiera fin a una guerra “que empezaron en 2014”. Añadió que Kyiv debe “volver a la mesa de negociaciones”.
Pero utilizó el resto de su discurso para atacar a Occidente por sus acciones actuales y pasadas -y destacó el lanzamiento de las bombas nucleares por parte de Estados Unidos en Japón y el pasado colonial de Gran Bretaña en países como la India-, su “liberalismo” y se desvió hacia las guerras culturales, también los acusó de destruir los valores familiares, las normas morales e incluso los tachó de “satanismo”.
“Occidente busca nuevas oportunidades para golpearnos y siempre han soñado con dividir nuestro Estado en estados más pequeños que luchen entre sí”, expresó, y añadió que Occidente quería que Rusia fuera su “colonia”.
“No quieren vernos como una sociedad libre. Quieren vernos como una multitud de esclavos. Ellos no necesitan a Rusia, nosotros necesitamos a Rusia”, subrayó entre los aplausos de los cientos de personas reunidas en el Kremlin.
Y añadió: “Las élites occidentales siempre han sido así. Han sido colonizadores y siguen siendo colonizadores, discriminan y distinguen entre las naciones de primera clase y las de segunda”.
A continuación, Putin afirmó que Occidente se ha alejado de los valores “tradicionales” y “religiosos”, y preguntó a los asistentes si querían que “se ofreciera a los niños operaciones de cambio de sexo”, una práctica que dio a entender que estaba muy extendida.
También acusó a los “anglosajones” de destruir los oleoductos Nord Stream a principios de esta semana.
Tras el discurso, firmó los tratados de anexión de los territorios ocupados.
La Unión Europea condenó de inmediato la anexión. Bruselas pidió restricciones más estrictas a la emisión de visados de corta duración para los rusos en respuesta al recrudecimiento de la guerra y la movilización de tropas por parte del Kremlin.
El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseveró que las acciones de Putin habían contribuido a una “intensificación más seria desde el comienzo de la guerra”.
Su discurso se produjo el mismo día en que un ataque a un convoy humanitario dejó al menos 25 muertos y 50 heridos en la ciudad suroriental de Zaporizhzhia.
Pero incluso en el momento de celebración de Rusia, el Kremlin se enfrentaba a otra pérdida en el campo de batalla, la última en varias semanas.
Analistas rusos y occidentales reportaron el inminente cerco ucraniano a la ciudad de Lyman, lo que podría abrir el camino para que Ucrania se adentre en una de las regiones que se anexa Rusia.
El jefe de la administración separatista apoyada por Rusia en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, Denis Pushilin, que asistió al acto en el Kremlin el viernes, subrayó que el bastión ruso de Lyman, en el norte de la región, estaba “semicerrado” por el ejército ucraniano y que las noticias del frente eran “alarmantes”.