La gran mayoría de los rusos cree en la propaganda de Putin “y resulta inalcanzable”
Exclusiva: Natalia Sindeeva, fundadora de Dozhd TV, afirma que Putin está ganando la guerra de la información en Rusia gracias a su brutal represión de los medios de comunicación independientes
Vladimir Putin mantiene el apoyo de la gran mayoría de los rusos gracias a una propaganda estatal cada vez más potente, afirma la directora de un canal de televisión independiente que fue clausurado por el régimen.
Natalia Sindeeva, fundadora del canal Dozhd TV, declaró a The Independent que una draconiana ley de censura introducida el mes pasado había destruido cualquier posibilidad de llegar a una gran audiencia rusa con la verdad sobre la invasión de Ucrania.
Sindeeva comentó que el 20 por ciento de la población rusa que ya se oponía a Putin todavía tenía formas de enterarse de lo que estaba sucediendo en Ucrania, pero el resto está ahora totalmente absorbido por los mensajes de los medios controlados por el Estado.
“Esta gente ve la propaganda. Tienen imágenes completamente opuestas, creen que son los ucranianos los que bombardean Mariúpol, creen que los ucranianos mataron a la gente en Bucha”, explicó.
“El problema es la audiencia de la propaganda estatal. No podemos llegar a ellos y, para ser sinceros, no tienen ninguna demanda de información independiente. Es la mayoría del pueblo: apoyan la guerra, apoyan a Putin, le facilitan las cosas”.
El canal Dozhd, creado en 2008, se vio obligado a cerrar a principios de marzo después de que el Kremlin impulsara una ley de censura de los medios de comunicación que castiga con hasta 15 años de cárcel, lo que considera información “falsa” sobre la guerra.
“La aprobación de esta ley hizo imposible reportar en vivo en la televisión online”, dijo Sindeeva. “No podíamos reportar noticias relacionadas con Ucrania, o tendríamos que utilizar solo fuentes oficiales del Estado ruso, que no dan una imagen real”.
Sindeeva es el centro de un nuevo documental, F@ck This Job -rebautizado como Tango with Putin para su aparición en BBC iPlayer-, sobre los esfuerzos de la prominente socialite por dirigir un canal de televisión verdaderamente independiente que estuviera dispuesto a desafiar al gobierno de Putin.
Ella esperaba que Dozhd, también conocido como TV Rain, pudiera mezclar noticias serias y “televisión glamurosa”, para crear una audiencia de jóvenes rusos ávidos de reformas. Pero la guerra de Ucrania puso fin a la voluntad del régimen de tolerar medios de comunicación autónomos.
El personal de Dozhd se vio inundado de correos electrónicos y llamadas amenazantes poco después de que comenzara la invasión, incluso antes de que la ley de censura hiciera imposible su continuidad.
A pesar de la represión de marzo, la minoría de rusos que ya se oponen a Putin -algunos de los cuales han sido arrestados por protestar contra la guerra- siguen pudiendo obtener información precisa sobre Ucrania en Internet.
“El núcleo de nuestra audiencia sabe cómo utilizar una VPN [red virtual privada] para abrir algunas fuentes bloqueadas, o cómo encontrar a nuestros reporteros o fuentes ucranianas. Es nuestra burbuja”, comentó Sindeeva.
Dozhd no es el único medio independiente que se ha visto obligado a dejar de reportar sobre la invasión. El periódico Novaya Gazeta ha suspendido sus actividades hasta el final de la “operación militar especial” de Putin en Ucrania.
El director del periódico, Dmitry Muratov, coganador del Premio Nobel de la Paz del año pasado, fue atacado en Moscú a principios de esta semana por alguien que le arrojó una mezcla de pintura roja y acetona.
Algunos de los que trabajan para los medios de comunicación controlados por el Estado han pagado el precio por hablar. La presentadora de noticias de Channel One, Marina Ovsyannikova, fue detenida tras gritar “Stop the war” (Detengan la guerra) en plena transmisión, y ahora se enfrenta a cargos por celebrar un “acto público no autorizado”.
Grupos de campaña como la Fundación Anticorrupción de Alexei Navalny esperan que la abrumadora presión de las sanciones internacionales pueda llevar al derrocamiento del gobierno.
Pero Sindeeva es pesimista en cuanto a la idea de que la presión sobre la economía rusa lleve a un número significativo de personas a volverse contra el presidente. Según ella, el público ruso estará dispuesto a “soportar las dificultades” que surjan debido al desmoronamiento de la economía.
“Por ahora, la propaganda de Putin está pintando la imagen de que el empeoramiento de las condiciones económicas forma parte del plan de Occidente para debilitar a Rusia. Así que los rusos podrían incluso estar más unidos contra este enemigo exterior”.
Vera Krichevskaya, antigua productora de la cadena y directora de Tango with Putin, pronosticó que Putin seguirá en el poder más allá de la fecha de 2036 en la que se supone que termina su mandato. “Putin estará ahí hasta el final físico de su vida: ¿2036? 2045? Las fechas no importan ahora”.
Sindeeva no tiene muchas esperanzas de que se produzca un cambio democrático en los próximos años. “Ahora mismo, es difícil imaginar alguna reforma”, señaló.
Pero la exjefa de un canal de televisión, que no revela su ubicación, afirma que muchos periodistas rusos independientes encontrarán la forma de seguir trabajando.
“Estoy segura de que tiene futuro”, mencionó sobre su empresa de comunicación. “Ahora estoy explorando activamente nuevas opciones para seguir reportando lo que ocurre en Rusia. Estoy pensando en cómo reiniciar el proyecto, pero no puedo dar detalles ahora”.