La guerra de Putin en Ucrania es “una cruzada contra la democracia”, advierte Scholz de Alemania
“Esta guerra no se trata solo de Ucrania”, dice el canciller alemán
El canciller alemán Olaf Scholz afirmó que la guerra de Vladimir Putin en Ucrania es una “cruzada contra la democracia”.
Scholz también se comprometió a seguir apoyando a Ucrania “todo el tiempo que sea necesario” durante su intervención en una cumbre en Berlín.
“Vladimir Putin y sus facilitadores han dejado una cosa muy clara: esta guerra no se trata solo de Ucrania. Consideran que su guerra contra Ucrania forma parte de una cruzada mayor, una cruzada contra la democracia liberal”, aseguró Scholz.
Añadió que Alemania “continuará nuestro apoyo durante el tiempo que sea necesario, mientras ese apoyo sea necesario para rechazar la abominable agresión de Rusia”.
Esta declaración es la continuación de un ataque del mes pasado de Scholz contra Rusia, cuando se dirigió a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Entonces declaró que Putin solo renunciaría a sus “ambiciones imperiales”, que suponen un riesgo de destrucción para Ucrania y Rusia, si el líder ruso reconocía que no puede ganar la guerra.
“Si queremos que la guerra de Putin termine, entonces no podemos ser indiferentes a cómo termine. Por eso no aceptaremos una paz dictada por Rusia, y tampoco aceptaremos ningún falso referéndum. Por eso Ucrania debe ser capaz de defenderse de la invasión rusa”.
Las últimas palabras serán bien recibidas en Ucrania, donde desde hace tiempo se sospecha del apoyo de Alemania a Kyiv.
Ucrania se ha quejado de que las entregas de armas de Berlín se han retrasado o no han sido suficientes, y ha habido enfrentamientos públicos entre altos funcionarios de ambas partes.
En abril, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, fue informado de que su presencia “no era deseada en Kyiv”, tras las afirmaciones de que mantenía estrechas relaciones con Rusia.
En agosto, Alemania anunció que proporcionaría a Ucrania sistemas antiaéreos autopropulsados Gepard.
Estos sistemas de defensa antiaérea, manejados por tripulaciones de tres personas y capaces de alcanzar objetivos a una distancia de hasta dos millas y media (4 kilómetros), son uno de los diversos equipos militares occidentales que se están suministrando a Ucrania para ayudarla a defenderse del avance ruso.
Y el mes pasado, el ministro de defensa del país dijo que Berlín proporcionaría a Ucrania cuatro obuses autopropulsados y municiones adicionales.
“Ucrania está llena de elogios para el sistema y ha expresado su deseo de tener más obuses”, dijo Christine Lambrecht. “Para seguir apoyando a Ucrania en su valiente lucha contra el brutal ataque ruso, Alemania concederá esta petición”.
Bajo el mandato de la predecesora de Scholz, Angela Merkel, Alemania y Rusia mantuvieron relaciones amistosas, aunque ambas partes desconfiaban la una de la otra, y en particular en materia de energía, donde Berlín depende del gas ruso.
El año pasado, el 55 por ciento de las importaciones alemanas de gas procedían de Rusia, en parte gracias a que Merkel mantuvo los lazos comerciales con Rusia y apoyó el polémico gasoducto Nord Stream 2, incluso después de que Moscú se anexionara Crimea en 2014.
El jueves, la exlíder alemana afirmó que no se arrepiente de la política energética que adoptó su gobierno a pesar de su dependencia de Rusia.
“Uno siempre actúa en el momento en que se encuentra”, comentó a los periodistas en Lisboa.
“En este sentido, no me arrepiento en absoluto de las decisiones tomadas, sino que creo que fueron correctas desde la perspectiva del momento”, expresó, y añadió que el gas ruso barato había permitido a Alemania seguir adelante con el abandono de la energía nuclear y el carbón.