Qué saber sobre los rebeldes hutíes de Yemen mientras EE. UU. aumenta ataques al grupo con apoyo iraní
Irán ha armado durante mucho tiempo a los hutíes, que son miembros de la rama chií zaydí, una minoría islámica que gobernó Yemen durante 1.000 años hasta 1962

Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, ha lanzado una nueva campaña de intensos ataques aéreos contra los rebeldes hutíes de Yemen. Los ataques de este fin de semana mataron al menos a 53 personas, incluidos niños, y dejaron varios heridos. Es probable que la campaña continúe, como parte de una mayor presión ejercida por Trump que ahora también tiene como objetivo al principal benefactor de los hutíes, Irán.
A continuación, las claves sobre los ataques de EE. UU. y lo que podría suceder a continuación:
¿Por qué lanzó EE. UU. estos nuevos ataques aéreos?
Los rebeldes hutíes atacaron más de 100 buques mercantes con misiles y drones, hundiendo dos embarcaciones y matando a cuatro marineros, desde noviembre de 2023 hasta enero de este año. Sus líderes describieron los ataques como un intento de poner fin a la guerra israelí contra Hamás en la Franja de Gaza. La campaña también elevó considerablemente el perfil de los hutíes en el mundo árabe y redujo las críticas públicas contra sus violaciones de los derechos humanos y la represión contra la disidencia y los trabajadores humanitarios.
En una publicación en su red social Truth Social, Trump afirmó que su gobierno apuntó a los hutíes por su “campaña incesante de piratería, violencia y terrorismo”. Señaló la interrupción del tráfico naviero que han provocado los ataques hutíes en el mar Rojo y el golfo de Adén, vías clave para el transporte de energía y mercancías entre Asia y Europa a través del canal de Suez en Egipto. “Usaremos una fuerza letal abrumadora hasta que hayamos logrado nuestro objetivo”, dijo Trump.
¿No había ya atacado EE. UU. a los hutíes con ataques aéreos?
Durante el mandato del expresidente Joe Biden, EE. UU. y el Reino Unido comenzaron una serie de ataques aéreos contra los hutíes a partir de enero de 2024. Un informe de diciembre del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos indicó que EE. UU. y sus socios atacaron a los hutíes más de 260 veces hasta ese momento.
Mandos militares de EE. UU. reconocieron entonces tener una lista de objetivos mucho más amplia para posibles ataques. Si bien el gobierno de Biden no explicó demasiado su estrategia, los analistas creen que los funcionarios intentaban en gran medida evitar bajas civiles y no reavivar la guerra estancada de Yemen, que enfrenta a los hutíes y sus aliados contra el gobierno exiliado del país y sus aliados locales e internacionales, como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.
Sin embargo, el gobierno Trump parece dispuesta a atacar más objetivos, de acuerdo con los ataques del fin de semana y las declaraciones públicas de los funcionarios. “Estamos haciendo un favor al mundo entero al deshacernos de estos tipos y de su capacidad para atacar el transporte marítimo global”, dijo el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, en el programa “Face The Nation” de CBS News el domingo. “Esa es la misión aquí, y continuará hasta que se lleve a cabo”.
Rubio agregó: “Algunas de las personas clave involucradas en esos lanzamientos de misiles ya no están con nosotros, y puedo decirles que algunas de las instalaciones que usaron ya no existen, y eso continuará”.
¿Qué podrían significar los nuevos ataques de EE. UU. para Oriente Medio en general?
En dos palabras: más ataques. Los hutíes dijeron la semana pasada que volverán a atacar barcos “israelíes” que navegan por vías marítimas de Oriente Medio como el golfo de Adén y el mar Rojo, debido al bloqueo de Israel a la ayuda para la Franja de Gaza. Hasta la mañana del lunes no se había informado de ningún ataque rebelde dirigido a la navegación comercial.
Sin embargo, la nueva campaña de EE. UU. podría inspirar ataques hutíes en el mar o en tierra más allá de los buques de guerra estadounidenses. Los rebeldes habían atacado en el pasado infraestructura petrolera en Arabia Saudí y Emiratos, dos países muy implicados en la guerra de Yemen desde 2015. “Aunque EE. UU. lleva más de un año atacando objetivos hutíes, el alcance y la escala de esta nueva campaña, que incluye el ataque a figuras hutíes de alto rango, marca una escalada significativa en el conflicto”, dijeron analistas del Grupo Eurasia el lunes.
Los países árabes del Golfo “se distanciarán de las hostilidades en curso, pero ahora enfrentan amenazas a su infraestructura petrolera principal. Los hutíes querrán golpear al presidente Donald Trump donde más duele, en los precios del petróleo”. Mientras tanto, es probable que los hutíes amplíen sus posibles objetivos para ataques a barcos, lo que significa que los transportistas continuarán evitando la región, dijo Jakob P. Larsen, jefe de seguridad marítima de BIMCO, la mayor asociación internacional que representa a los armadores.
¿Dónde encajan los iraníes en todo esto?
Irán ha armado durante mucho tiempo a los hutíes, que son miembros de la rama chií zaydí, una minoría islámica que gobernó Yemen durante 1.000 años hasta 1962. Teherán niega rutinariamente armar a los rebeldes, a pesar de la evidencia física, numerosas incautaciones y expertos que vinculan las armas con Irán. Eso es probablemente porque Teherán quiere evitar sanciones por violar un embargo de armas de Naciones Unidas sobre los hutíes.
Los hutíes forman ahora el grupo más fuerte dentro del autodenominado “Eje de Resistencia” de Irán. Otros, como el grupo libanés Hezbollah y el grupo armado palestino Hamás, han sido diezmados por Israel tras el ataque del 7 de octubre de 2023 por parte de Hamás que desató la guerra de desgaste de Israel en la Franja de Gaza. Las milicias chiíes aliadas en Irak han mantenido un perfil bajo desde que EE. UU. lanzó ataques de represalia el año pasado tras un ataque con drones que mató a tres soldados estadounidenses e hirió al menos a 34 más en una base militar en Jordania.
Mientras la televisión estatal iraní emitía imágenes de bajas civiles de los ataques del fin de semana en Yemen, los principales líderes políticos evitaron sugerir que Teherán se involucraría en la lucha. En especial, el jefe de la Guardia Revolucionaria, el general Hossein Salami, subrayó que los hutíes tomaron sus propias decisiones, sin ofrecer ninguna advertencia sobre lo que sucedería si los ataques mataran a algún miembro de la Fuerza Quds expedicionaria de la Guardia, que se cree que apoya activamente a los rebeldes en el terreno.
“Siempre hemos declarado —y lo declaramos nuevamente hoy— que los yemeníes son una nación independiente y libre en su propia tierra, con una política nacional independiente”, dijo Salami.
El asesor de seguridad nacional de Trump, Mike Waltz, en declaraciones en el programa “This Week” de ABC el domingo, advirtió que los funcionarios de la Guardia que entrenan a los hutíes “también estarán sobre la mesa” como posibles objetivos de ataque. Mientras tanto, Irán aún trata de determinar cómo responder a una carta de Trump que busca reiniciar las negociaciones sobre el programa nuclear de Teherán, que avanza rápidamente. El ministro iraní de Exteriores, Abbas Araghchi, viajó el domingo a Omán, que ha sido durante mucho tiempo un interlocutor entre Teherán y Occidente.
Los ataques a los hutíes son “una señal no tan sutil para Irán, ya que el presidente Trump ha sido inequívoco en su insistencia de que Irán regrese a la mesa de negociaciones para tratar su programa nuclear”, dijo el Soufan Center, con sede en Nueva York, en un análisis el lunes.
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Esta noticia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.