Recomiendan precaución a suecos en extranjero tras quemas del Corán
Los ciudadanos suecos en el extranjero y las empresas vinculadas a Suecia “deberían mantener una mayor vigilancia y precaución” tras las recientes quemas del Corán en el país y las protestas en el mundo musulmán, sostuvo un funcionario sueco de alto rango el lunes.
Henrik Landerholm, asesor de seguridad nacional de Suecia, dijo que hay señales de “una mayor amenaza” para el país y los intereses suecos en el extranjero y agregó que la situación de seguridad ha empeorado.
En un comunicado, Landerholm indicó que “representantes de grupos terroristas han instado a cometer ataques contra Suecia. Los Estados y otros actores han ayudado a amplificar tales mensajes”. Subrayó que los extremistas que anteriormente consideraban a Suecia un “objetivo legítimo” ahora lo consideran una “prioridad”. El comunicado no identificó a los involucrados.
De acuerdo con Landerholm, también existen “indicios” de que los grupos planean otros actos contra los intereses suecos en el extranjero y citó el ataque a la embajada de Suecia en Bagdad el mes pasado y un atentado frustrado contra la misión diplomática en Beirut la semana pasada.
El gobierno sueco y las autoridades relevantes “monitorean los acontecimientos, tomando varias medidas y trabajando en estrecha colaboración con socios internacionales para proteger a los suecos y los intereses suecos en el extranjero y contrarrestar los mensajes de intolerancia que se difunden respecto a Suecia”, dijo.
Este mes, Suecia intensificó los controles fronterizos y las revisiones de identidad en los puntos de cruce.
Una serie reciente de profanaciones públicas del Corán por parte de un puñado de activistas anti-islámicos en Suecia, y más recientemente en la vecina Dinamarca, ha provocado protestas airadas en países musulmanes.
Suecia no tiene una ley que prohíba específicamente quemar o profanar el Corán u otros textos religiosos. Como muchos países occidentales, carece de leyes contra la blasfemia.
El derecho a realizar manifestaciones públicas está protegido por la Constitución sueca. La policía generalmente otorga el permiso en función de si cree que una reunión pública se puede realizar sin mayores interrupciones o riesgos para la seguridad pública.
Funcionarios suecos han condenado repetidamente las profanaciones y también han desacreditado las afirmaciones de que el gobierno de Suecia otorga permiso para que las personas quemen el texto sagrado del Islam u otros libros religiosos.
El mes pasado, el servicio de seguridad nacional del país escandinavo, SAPO, afirmó que la situación general de seguridad se ha deteriorado y que el riesgo de actos terroristas en Suecia es elevado.