Reino Unido aprueba oferta de Microsoft por Activision y elimina último obstáculo a la compra
La compra del creador de videojuegos Activision Blizzard por parte de Microsoft recibió el viernes la aprobación final del regulador de la competencia de Reino Unido, que revirtió su anterior decisión de bloquear el acuerdo valorado en 69.000 millones de dólares. La decisión elimina la última barrera para una de las mayores transacciones tecnológicas de la historia.
El visto bueno de la Autoridad de la Competencia y los Mercados (CMA, por sus siglas en inglés) se esperaba desde que el mes pasado dio su aprobación preliminar a la renovada propuesta de Microsoft que abordaba las preocupaciones acerca de los posibles perjuicios para la competencia y los jugadores.
Esto es también una victoria segura para el fabricante de la videoconsola Xbox en su intento de adquirir Activision, responsable de la popular franquicia Call of Duty, entre otros juegos.
Las empresas habían acordado ampliar el plazo original desde mediados de julio al 18 de octubre para superar las objeciones de la CMA. La aprobación hará que Microsoft no tenga que pagar a Activision la penalización de 4.500 millones de dólares prevista por si no se cerraba el acuerdo.
“El nuevo acuerdo impedirá que Microsoft bloquee la competencia en los juegos en nube a medida que este mercado despega, conservando precios y servicios competitivos para los clientes británicos de los juegos en nube”, dijo el regulador.
El presidente de Microsoft, Brad Smith, afirmó que la empresa estaba agradecida por la “exhaustiva revisión y decisión”.
“Ahora hemos superado el último obstáculo reglamentario para cerrar esta compra que creemos que beneficiará a los jugadores y a la industria del videojuego en todo el mundo”, añadió.
El director general de Activision, Bobby Kotick, celebró la noticia afirmando que “Estamos deseando formar parte del equipo Xbox.”
Desde el anuncio del acuerdo en enero de 2022, Microsoft ha logrado el visto bueno de autoridades antimonopolio que abarcan más de 40 países, incluyendo la de la Unión Europea, tras aceptar que los usuarios y las plataformas de juego en la nube utilicen sus productos sin pagar regalías durante 10 años.
Pero se encontró con obstáculos en Estados Unidos y Gran Bretaña, donde los reguladores temían que la compra de Activision pudiese perjudicar a la competencia y a los jugadores, especialmente a quienes utilizan la videoconsola PlayStation de Sony en lugar de la Xbox de Microsoft.