Rusia ataca infraestructura civil en el oeste de Ucrania
Un ataque de misiles rusos durante la noche dañó varios edificios civiles en la región occidental ucraniana de Leópolis e hirió a vecinos de la zona, según dijeron las autoridades ucranianas el martes.
Leópolis, en la frontera con Polonia, está a cientos de kilómetros (millas) del frente, pero suele sufrir ataques rusos debido a los esfuerzos de Moscú por interrumpir las rutas de suministro de armas occidentales, mientras su guerra en Ucrania se acerca a la marca de 18 meses.
Varios edificios de la región y su capital del mismo nombre resultaron dañados en el ataque, indicó el gobernador de Leópolis, Maksym Kozytskyi.
Un edificio residencial de varias plantas se incendió en la ciudad de Leópolis por el impacto de restos de misiles la madrugada del martes, indicó el gobernador. Otros diez edificios residenciales sufrieron daños en los pueblos de Stavchany y Sukhovolya, a las afueras de la ciudad.
Un misil cayó en el patio de un jardín de infantes e hirió a cuatro personas, señaló el alcalde de Leópolis, Andriy Sadovyi. La explosión destruyó la escuela por completo y dañó más de 100 apartamentos en edificios residenciales cercanos.
En la región vecina de Volyn, tres civiles murieron por el impacto de un misil ruso y otros resultaron heridos, según el gobernador, Yurii Pohuliayko.
Los ataque en Leópolis y Volyn se produjeron al día siguiente de que las fuerzas rusas lanzaran otro aluvión de misiles y drones contra región que no está en el frente, Odesa, en el suroeste del país.
Las autoridades locales dijeron el lunes que Rusia había lanzado tres rondas de ataques aéreos durante la noche contra la ciudad portuaria de Odesa. La fuerza aérea dijo haber interceptado los 15 drones Shahed y ocho misiles Kalibr empleados, aunque los restos producidos por las intercepciones dañaron la residencia de un centro de formación, un edificio residencial y un supermercado, indicó el gobernador de Odesa, Oleh Kiper.
Las fuerzas del Kremlin han castigado últimamente Odesa con ataques contra instalaciones de transporte para las cruciales exportaciones de grano ucranianas y monumentos señalados ucranianos.
Esa campaña comenzó tras la decisión de Moscú de romper un acuerdo histórico que permitía que el grano fluyera de Ucrania a países en África, Oriente Medio y Asia para reducir la amenaza del hambre.