Rusia da 8 años de cárcel a crítico ruso de la guerra
Un destacado opositor ruso es sentenciado a 8 años y medio de prisión tras ser declarado culpable de cargos derivados de sus críticas a la guerra de Rusia en Ucrania
Un destacado opositor ruso fue sentenciado el viernes a 8 años y medio de prisión tras ser declarado culpable de cargos derivados de sus críticas a la guerra de Rusia en Ucrania.
La sentencia de Ilya Yashin, uno de los pocos críticos del Kremlin que se quedó en Rusia, es el más reciente indicio de la intensificación de la represión a la disidencia por parte de las autoridades rusas.
“Con esa sentencia histérica, las autoridades quieren asustarnos a todos, pero solo demuestran su debilidad”, dijo Yashin en un comunicado a través de sus abogados después de que el juez dictó sentencia. “Solo los débiles quieren cerrar la boca a todos y erradicar cualquier disidencia”.
Yashin fue acusado de difundir información falsa sobre el ejército, un nuevo delito agregado a la ley penal del país después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, envió tropas a Ucrania.
El lunes, Yashin se dirigió directamente a Putin, instándolo a “detener inmediatamente esta locura, reconocer que la política sobre Ucrania fue incorrecta, retirar las tropas de su territorio y cambiar a una solución diplomática del conflicto”.
Los cargos contra Yashin se relacionaron con un video en vivo en YouTube donde habló sobre los ucranianos asesinados en el suburbio de Bucha en Kiev. Él asegura que los cargos en su contra tienen motivos políticos.
Durante el juicio en el Tribunal de Distrito de Meshchansky de Moscú, Yashin argumentó que su caso fue fabricado y “tiene todas las características de una persecución política ilegal”. Señaló que en el video citó fuentes oficiales rusas junto con declaraciones ucranianas para darle a su audiencia una visión objetiva.
En sus comentarios finales, Yashin enfatizó que considera su deber decir la verdad y advirtió: “No renunciaré a la verdad tras las rejas”.
“Cuando comenzaron las hostilidades, no dudé ni un segundo”, dijo Yashin. “Sentí que debía permanecer en Rusia, decir la verdad en voz alta y tratar de hacer todo lo posible para poner fin al derramamiento de sangre. Es mejor sentarse tras las rejas durante una década y seguir siendo una persona honesta que sentir vergüenza en silencio por la sangre derramada por su gobierno”.
Human Rights Watch denunció la sentencia de Yashin como parte de “esfuerzos continuos para desmantelar y decapitar a la oposición política pacífica de Rusia” y exigió su liberación inmediata.