Se intensifican los esfuerzos para frenar guerra entre Israel y Hamás y evitar conflicto más amplio

Ravi Nessman
Viernes, 16 de agosto de 2024 04:37 EDT
MOR-GEN ISRAEL-PALESTINOS
MOR-GEN ISRAEL-PALESTINOS (AP)

La diplomacia internacional para evitar que la guerra en Gaza se convierta en un conflicto regional más amplio se intensificó el viernes, y los ministros de Exteriores de Reino Unido y Francia realizaron un viaje conjunto a Israel mientras se esperaba que las conversaciones para un alto el fuego, con mediación internacional, inicien su segunda jornada.

El nuevo impulso para poner fin a la guerra entre Israel y Hamás coincide con el anuncio de que los muertos palestinos en la Franja superaban los 40.000, según las autoridades sanitarias gazatíes, y con la persistencia del temor a que Irán y la milicia libanesa Hezbollah puedan atacar a Israel en respuesta al asesinato de destacados lideres insurgentes.

“Este es un momento peligroso para Oriente Medio", dijo el secretario británico de Exteriores, David Lammy. “El riesgo de que la situación se descontrole va en aumento. Un ataque iraní tendría consecuencias devastadoras para la región".

Estaba previsto que Lammy y su homóloga francesa, Stéphane Séjourné, se reúnan con el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, y con el de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer.

“Nunca es demasiado tarde para la paz", apuntó Séjourné. “Debemos evitar a toda costa una guerra regional, que tendría terribles consecuencias".

Los mediadores internacionales creen que la mejor opción para calmar las tensiones sería un acuerdo entre Israel y Hamás para frenar los combates y garantizar la liberación de los rehenes israelíes que siguen en Gaza.

Estados Unidos, Qatar y Egipto iniciaron una nueva ronda de conversaciones el jueves reuniéndose con una delegación israelí en Qatar.

Hamás, que no participó directamente en los contactos del jueves, acusa a Israel de añadir nuevas demandas a una propuesta anterior que contaba con respaldo internacional y de Washington y que el grupo insurgente había aceptado en un primer momento. Israel, por su parte, acusa a Hamás que añadir sus propias nuevas exigencias.

Según el vocero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, las conversaciones son un paso importante y apuntó que, debido a la complejidad del acuerdo, queda mucho trabajo por hacer y que los negociadores estaban centrados en la aplicación del pacto. Un funcionario estadounidense con conocimiento de las conversaciones del jueves dijo que fue una discusión “constructiva”. El funcionario no estaba autorizado a realizar comentarios públicos y habló bajo condición de anonimato.

Qatar indicó que las conversaciones continuarían el viernes.

La guerra comenzó cuando insurgentes encabezados por Hamás cruzaron la frontera fuertemente custodiada el 7 de octubre, mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a otras 250 como rehenes. Más de un centenar fueron liberadas durante un alto el fuego de una semana en noviembre, y se cree que alrededor de 110 seguirían en Gaza, aunque las autoridades israelíes sostienen que un tercio de ellos estarían muertos.

Israel respondió con una ofensiva que se ha cobrado la vida de 40.005 palestinos, de acuerdo con el Ministerio de Salud gazatí, cuyo conteo no diferencia entre víctimas civiles y combatientes. El vocero militar israelí, el contraalmirante Daniel Hagari, dijo el jueves que el ejército mató a más de 17.000 combatientes en el enclave durante la guerra, pero no ofreció pruebas.

Los diplomáticos esperan que un acuerdo de alto el fuego convenza a Irán y a Hezbollah de abstenerse de lanzar ataques en represalia contra Israel tras el asesinato de un alto comandante del grupo libanés en un ataque israelí en Beirut y del líder político de Hamás en una explosión en la capital iraní, que se ha atribuido ampliamente a Israel.

Kirby afirmó que Irán se ha estado preparando y podría atacar pronto y sin apenas avisos previos, y que su retórica debe tomarse en serio.

Los mediadores llevan meses intentando cerrar un plan de tres fases por el que Hamás liberaría a los rehenes a cambio de una tregua duradera en los combates, la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y la liberación de palestinos encarcelados por Israel.

En un primer momento, ambos bandos habían aceptado el plan anunciado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el 31 de mayo. Pero Hamás ha propuesto enmiendas e Israel ha exigido aclaraciones, lo que les ha llevado a acusarse mutuamente de tratar de sabotear el pacto.

Hamás ha rechazado los últimos pedidos israelíes, que incluyen una presencia militar duradera a lo largo de la frontera con Egipto y una línea divisoria en Gaza donde registraría a los palestinos que regresen a sus casas para erradicar a los insurgentes.

En un recordatorio de cómo la violencia se ha extendido más allá de gaza, colonos israelíes enmascarados asaltaron el jueves la localidad de Jit, en la Cisjordania ocupada, y prendieron fuego a viviendas y autos, según medios israelíes y palestinos. Los agresores mataron a tiros a un palestino e hirieron de gravedad a otro, indicaron funcionarios de salud palestinos.

Fue el último de una serie de ataques de colonos desde el inicio de la guerra en la Franja. En Cisjordania, 633 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría en incursiones del ejército en ciudades y pueblos palestinos.

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Los periodistas de The Associated Press Julia Frankel en Jerusalén, Aamer Madhani en Washington, Brian Melley en Londres y David Klepper en Chicago contribuyeron a este despacho.

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