Ucrania pone la vista en la región fronteriza de Rusia para sembrar descontento
El ejército de Rusia dijo el miércoles que derribó 12 misiles ucranianos sobre la región sureña de Belgorod, en la frontera con Ucrania, mientras las fuerzas de Kiev tratan de elevar la presión sobre el presidente ruso, Vladímir Putin, y socavar su argumento de que la vida allí transcurre con normalidad pese a la guerra que se libra desde hace 22 meses en el país vecino.
El gobernador de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, dijo que la situación en la capital homónima, “sigue siendo tensa”. La ciudad sufrió dos rondas de bombardeos el miércoles en la mañana, escribió Gladkov en Telegram.
“Los sistemas de defensa antiaérea funcionaron”, aseguró, prometiendo más detalles sobre posibles daños tras inspeccionar la zona más tarde en el día. El miércoles era feriado nacional en Rusia.
El lado ruso de la frontera con Ucrania ha sufrido frecuentes ataques en los últimos días. Durante la guerra, las localidades fronterizas rusas han sido atacadas esporádicamente con fuego de artillería ucraniano, cohetes, mortero y aviones no tripulados lanzados desde densos bosques donde son difíciles de detectar.
Últimamente, cuando los misiles y drones rusos alcanzan ciudades ucranianas, las tropas de Kiev apuntan a la capital de Belgorod, que está a unos 100 kilómetros (60 millas) al norte de Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania.
Belgorod, que tiene una población de alrededor de 340.000 habitantes, es la mayor ciudad rusa cerca de la frontera ucraniana. Puede alcanzarse con armas relativamente sencillas y móviles, como lanzacohetes múltiples.
El sábado, los bombardeos sobre la ciudad mataron a más de dos docenas de personas en uno de los ataques más letales en suelo ruso desde la invasión de Ucrania. Las autoridades rusas elevaron la cifra de fallecidos a 26 personas, incluyendo cinco menores, tras una nueva salva de proyectiles el martes.
Golpear Belgorod y alterar la vida de la ciudad es una forma dramática de Ucrania de demostrar que puede contraatacar a Rusia, que en términos militares y de armamento supera a las fuerzas de Kiev.
Putin criticó el lunes los ataques contra Belgorod. “Quieren intimidarnos y crear incertidumbre dentro de nuestro país", afirmó prometiendo endurecer las represalias.
El gobierno ruso ha tratado de contrarrestar el éxito de esos ataques calificando a los ucranianos de “terroristas” que atacan zonas residenciales indiscriminadamente, mientras insisten en que las fuerzas del Kremlin solo apuntan a depósitos y fábricas de armas y otras instalaciones militares.
Las autoridades ucranianas nunca han asumido la responsabilidad por los ataques en suelo ruso.