El presidente ucraniano se enfrenta al “pánico” a Rusia
Volodymyr Zelenskyy llama a la calma mientras el Kremlin dice que EE.UU. y la OTAN no han cumplido sus condiciones
El presidente ucraniano ha pedido a Occidente que evite crear “pánico” por la acumulación de tropas rusas en la frontera de su país.
Volodymyr Zelenskyy restó importancia a los temores de una posible invasión el próximo mes, y señaló que la alarma innecesaria había llevado a inversores y diplomáticos extranjeros a retirarse de Ucrania. “No necesitamos este pánico”, afirmó.
También calificó de “error” la decisión de EE.UU., Reino Unido, Australia, Alemania y Canadá de retirar a algunos de sus diplomáticos de Kiev. “Los capitanes no deberían abandonar el barco”, indicó. “No creo que tengamos un Titanic aquí”.
Su llamado a la calma se produjo mientras el presidente de Rusia, Vladimir Putin, criticaba las últimas propuestas de EE.UU. para aliviar las tensiones, diciendo que ignoran sus demandas.
Dijo que no iniciaría una guerra en Ucrania, pero Rusia ha advertido que EE.UU. y la OTAN han dejado poco espacio para el compromiso.
En una llamada telefónica con el presidente francés Emmanuel Macron, Putin manifestó que Occidente no ha tenido en cuenta las condiciones básicas de Rusia.
El Kremlin indicó que estas eran detener la expansión de la OTAN, detener el despliegue de armas de la alianza cerca de las fronteras rusas y retirar sus fuerzas de Europa del Este.
Pero tras semanas de silencio, Putin ha dicho que está dispuesto a seguir hablando.
Su conversación con Macron el viernes fue seria y respetuosa, y los dos líderes discutieron “la necesidad de desescalar”, según un funcionario francés. Se entiende que Putin no ha hecho concesiones.
Según un informe del Kremlin sobre la llamada telefónica, el presidente ruso añadió que estudiaría la respuesta de EE.UU. y de la OTAN antes de decidir el siguiente paso.
EE.UU. y la OTAN han rechazado esta semana las demandas de Putin, pero Washington ha señalado las áreas en las que es posible entablar conversaciones en medio de la acumulación de más de 100.000 tropas rusas cerca de Ucrania.
Rusia niega que esté planeando un ataque.
EE.UU. ha advertido a Ucrania de que existe una “clara posibilidad” de que Rusia emprenda una acción militar en febrero.
Pero hoy, el presidente Zelenskyy ha restado importancia a la amenaza de una invasión inminente. “No estamos viendo ninguna escalada mayor que la anterior”, subrayó en una conferencia de prensa.
Sugirió que la concentración de tropas rusas podría ser un intento de Moscú de sembrar el pánico y ejercer “presión psicológica”.
La alarma occidental ante una inminente invasión “está costando mucho a los ucranianos”, explicó, y ha llevado a los inversores de los mercados financieros del país a retirarse.
Los funcionarios ucranianos se han esforzado por proyectar calma.
El ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, declaró en el Parlamento que el número de tropas rusas cerca de Ucrania -unas 130.000- es comparable a la concentración militar de Moscú de la primavera pasada, cuando Rusia acabó retirando sus fuerzas tras unas maniobras masivas.
La OTAN señaló que está reforzando su capacidad de disuasión en la región del Mar Báltico, y EE.UU. ha puesto 8.500 soldados en alerta máxima para un posible despliegue en Europa.
Rusia ha puesto en marcha ejercicios militares en los que participan unidades de infantería motorizada y artillería en el suroeste de Rusia, aviones de guerra en Kaliningrado, en el Mar Báltico, y docenas de buques de guerra en el Mar Negro y el Ártico.
Las tropas rusas también se han dirigido a Bielorrusia para realizar amplios simulacros conjuntos, lo que hace temer a Occidente que Moscú pueda organizar un ataque contra Ucrania desde el norte.
Mientras tanto, EE.UU. y la UE se han comprometido a colaborar para garantizar el suministro energético de Europa, ante el temor de que un conflicto armado pueda interrumpir el suministro de gas natural procedente de Rusia.
En una declaración conjunta, el Presidente de EE.UU., Joe Biden, y la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmaron que buscaban “diversas fuentes en todo el mundo para evitar choques de suministro, incluidos los que podrían resultar de una nueva invasión rusa de Ucrania”.