Un día después de haber salido del hospital, Austin presiona para enviar más ayuda a Ucrania
Un día después de su hospitalización más reciente por problemas de salud tras recibir tratamiento por cáncer de próstata, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, realizó una sesión virtual sobre Ucrania para ayudar a reabastecer las municiones y atrillería urgentemente necesarias para Kiev mientras lidia con escasez en su guerra de casi dos años contra Rusia.
En sus primeras declaraciones al Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania, una reunión habitual de unos 50 países miembros que coordinan el apoyo militar a Ucrania, Austin dijo el miércoles que le gustaría haber estado con el grupo en persona, “pero tuve que regresar al hospital para procedimiento no quirúrgicos”.
“Me encuentro bien, y mi pronóstico de cáncer sigue siendo excelente”, comentó.
Austin participó en la reunión virtual desde su casa, donde sigue recuperándose de complicaciones de su cirugía en diciembre para tratar su cáncer de próstata. Austin fue dado de alta del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed el lunes tras ser atendido por un problema de vejiga.
El Pentágono no ha contado con los fondos para enviar armas y municiones a Ucrania desde diciembre. Desde entonces, los aliados europeos han seguido enviando más apoyo, pero la pérdida de los envíos regulares de municiones a Ucrania está teniendo un impacto.
Austin dijo en sus primeros comentarios que el grupo de contacto trabajará el miércoles para reabastecer algunas de las necesidades más urgentes a corto plazo de Ucrania, “incluida su necesidad urgente para más artillería, municiones y misiles de defensa aérea”.
No está claro si, o cuándo, el Congreso aprobará una medida que le daría al Pentágono fondos adicionales para reanudar los envíos regulares de municiones a las líneas del frente de Ucrania.
El Senado aprobó la última versión del paquete de fondos multimillonario el martes por la mañana con algo de apoyo de los republicanos, la cual excluyó un lenguaje fronterizo controversial que había sido un punto de fricción para los miembros conservadores con la esperanza de que un proyecto de ley depurado pudiera obtener apoyo republicano en la Cámara de Representantes.