Un escándalo de corrupción empaña la imagen de parlamento UE
El Parlamento Europeo se remece con su credibilidad bajo amenaza, mientras un escándalo de corrupción y sobornos empaña las carreras de varios legisladores y dirige las miradas hacia funcionarios qataríes acusados de intentar minimizar las preocupaciones sobre derechos laborales antes del Mundial de fútbol
El Parlamento Europeo se remecía el martes con su credibilidad bajo amenaza, mientras un escándalo de corrupción y sobornos empañaba las carreras de varios legisladores y dirigía las miradas hacia funcionarios qataríes acusados de intentar minimizar las preocupaciones sobre derechos laborales antes del Mundial de fútbol.
El escándalo, que comenzó a hacerse público la semana pasada, ha dañado la reputación del único organismo de la UE formado por diputados elegidos directamente en los 27 estados miembros. El caso ha socavado la posición de superioridad moral de la asamblea en sus propias investigaciones, como la que analizan supuesta corrupción en Hungría, un estado miembro del bloque.
“Es muy profundo porque choca de manera fundamental con lo que el parlamento pretende defender”, dijo a The Associated Press Hendrik Vos, profesor de la Universidad de Gante. “El parlamento pretende defender la transparencia, ser imposible de sobornar, defender los valores fundamentales. Y entonces tenemos algo como esto”.
La presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, aludió el lunes a su “rabia, mi enojo, mi pena” y dijo a los legisladores europeos que “la democracia europea se ve atacada”. Mientras los eurodiputados se reunían en Estrasburgo, Francia, la policía belga reunía datos informáticos de la otra sede de la cámara en Bruselas.
El parlamento, sin embargo, siempre ha sido un gran objetivo para personas que buscaban fondos o favores o influir en las normas, desde cabilderos de la industria tabacalera a representantes del sector automotriz o funcionarios de gobiernos nacionales. La diferencia en esta ocasión es que la fiscalía belga se dio cuenta.
La policía ya ha hecho más de 20 cateos, la mayoría en Bélgica pero también en Italia, dentro de una pesquisa sobre sobornos para obtener favores políticos. La fiscalía sospecha que personas “en puestos políticos y/o estratégicos en el Parlamento Europeo recibieron grandes sumas de dinero o se les ofrecieron obsequios considerables por influir en decisiones del Parlamento”.
El escándalo ha golpeado al grupo Socialistas y Demócratas (S&D, por sus siglas en inglés) en el Parlamento. El grupo reúne a partidos de izquierdas de todo el continente. Sigue siendo el segundo más grande en la cámara de 705 escaños, aunque perdió más de 30 puestos en los últimos comicios debido a una pérdida de apoyo público.
La fiscalía ha acusado a cuatro personas, que no han sido identificadas, de corrupción, participación en grupo delictivo y lavado de dinero. La vicepresidenta del Parlamento, la griega Eva Kaili, ha sido suspendida, y estaba previsto que legisladores de alto rango la destituyeran el martes.
Kaili, expresentadora de televisión griega de 44 años, pertenece a S&D. El eurodiputado belga Marc Tarabella se retiró él mismo como miembro del grupo el lunes, lo que apuntaba a que podría ser uno de los acusados. Otros tres legisladores de la formación suspendieron de forma temporal funciones de alto nivel en S&D, al parecer por implicación de sus asistentes parlamentarios.
Las autoridades belgas no han identificado al país del Golfo Pérsico sospechoso de ofrecer dinero o regalos a trabajadores del Parlamento, pero varios miembros de la asamblea y algunos medios belgas han asociado la investigación con Qatar.
“Qatar ha comprado los votos de esta asamblea para cubrir la explotación y muerte de trabajadores migrantes en la infraestructura del Mundial”, afirmó el lunes Manon Aubry, copresidente del grupo Izquierda. “Quiero enviar un mensaje muy claro a Qatar: no pueden comprar parlamentarios europeos como pueden comprar clubes de fútbol”.
El ministro qatarí de Asuntos Exteriores ha dicho que las acusaciones son “infundadas y gravemente desinformadas”.
Podría decirse que Qatar ha recibido algunos gestos favorables este año en Europa, pero sería difícil establecer que se pagó a funcionarios europeos para que los hicieran. Las autoridades belgas han confiscado cientos de miles de euros en varias viviendas y en una maleta encontrada en un hotel de Bruselas durante los registros.
Miembros destacados de la ejecutiva de la UE, la Comisión Europea, han elogiado las reformas laborales de Qatar antes del Mundial. La Comisión también inició una campaña en abril para ofrecer viajes sin visa a qataríes con pasaportes biométricos que quisieran viajar a Europa para estancias cortas, aunque el parlamento suspendió su participación en el proceso a la luz de la investigación.
Pero mientras la guerra de Rusia en Ucrania golpea los suministros de energía en Europa, los países miembros también están desesperados por encontrar proveedores más fiables que ayuden a reducir los altos precios de la energía para los consumidores. Qatar está considerado como uno de ellos. Alemania firmó hace dos semanas un enorme contrato de gas natural licuado qatarí.
Para Olivier Hoedeman, coordinador del observatorio de cabildeo Corporate Europe Observatory, el escándalo es más una cuestión de flaquezas conocidas desde hace mucho en el Parlamento.
“Este espantoso escándalo de sobornos que se está conociendo es un producto de años de negligencia que vuelven para acechar a las instituciones de la UE”, señaló. “Este año se impuso un veto sobre cabilderos rusos sospechosos demasiado tarde. Hoy la atención está en Qatar. Las dos son llamadas de atención. No basta con tomar medidas reactivas tras otro escándalo”.
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Raf Casert y Samuel Petrequin, en Bruselas, contribuyeron a este despacho.