Un muerto mientras Rusia ataca la infraestructura energética ucraniana
Un misil ruso de crucero lanzado contra infraestructura en la región occidental ucraniana de Leópolis mató a una persona, según dijeron las autoridades el domingo.
El ataque destruyó un edificio y provocó un incendio, indicó el gobernador, Maksym Kozytskyi en la red social Telegram. Había operaciones de rescate en marcha, señaló.
Entre tanto, miles de personas se quedaron temporalmente sin electricidad el domingo en la región ucraniana de Odesa después de que restos de un dron ruso derribado provocaran un incendio en una instalación eléctrica, indicó el gobernador, Oleh Kiper. Unas 170.000 personas se quedaron temporalmente sin luz debido al ataque, indicó la operadora eléctrica privada más grande del país, DTEK.
La fuerza aérea ucraniana dijo que había derribado nueve de los 11 drones Shahed lanzados por Rusia durante la noche, así como nueve de 14 misiles de crucero.
Rusia ha incrementado sus ataques contra la infraestructura energética ucraniana en los últimos días, y ha causado daños significativos en varias regiones.
La compañía energética ucraniana Centrenergo anunció el sábado que la central térmica Zmiiv, una de las plantas térmicas más grandes en la región oriental de Járkiv, estaba totalmente destruida tras un bombardeo ruso la semana pasada. Aún había cortes de luz programados para unas 120.000 personas en la región, donde 700.000 habían perdido electricidad después de que la planta fuera atacada el 22 de marzo.
Diez cohetes Vampire de fabricación checa también cayeron en la región fronteriza rusa de Belgorod el domingo, según el Ministerio ruso de Defensa. Una mujer resultó herida en un incendio iniciado por el ataque, señaló el gobernador regional, Vyacheslav Gladkov.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó órdenes que anunciaban el inicio de la temporada anual de reclutamiento del país, que oficialmente enlistará a 150.000 reclutas.
El parlamento ruso subió el límite de edad de los reclutas de 27 a 30 años en julio de 2023, una decisión que parecía formar parte de los esfuerzos de aumentar las filas del ejército ruso durante los combates en Ucrania. Todos los hombres rusos están obligados completar el año de servicio militar, aunque muchos evitan la leva con demoras concedidas a estudiantes, enfermos crónicos y otras exenciones.