Zelensky: “Rusia solo puede tomar Kyiv si la arrasa”, mientras siguen los combates en torno a la capital
El presidente asegura que hasta ahora han muerto 1.300 soldados ucranianos en la guerra
Los combates se han intensificado en las ciudades de los alrededores de Kyiv, mientras las tropas rusas siguen intentando aislar la capital ucraniana antes de lanzar un asalto de consecuencias potencialmente devastadoras.
Las tropas rusas destruyeron con disparos de artillería viviendas en una serie de localidades, principalmente al este del río Dnipro, durante los intercambios de disparos con las fuerzas ucranianas que intentaban hacerlas retroceder desde sus posiciones de ventaja e interceptar y destruir columnas de blindados.
El asesor presidencial ucraniano, Mykhailo Podolyak, afirmó que la capital era una “ciudad sitiada”, pero que los residentes, así como los militares del país, estaban “dispuestos a luchar” y a garantizar que “Kyiv resistirá hasta el final”.
El presidente Volodymyr Zelensky aseguró el sábado que Rusia solo podría capturar la capital si la “arrasa”.
“Vendrán aquí solo si nos matan a todos”, aseveró. “Si ese es su objetivo, que vengan”.
También dijo que 1.300 soldados ucranianos habían muerto en los primeros 17 días de la guerra.
El gobierno de Kyiv ha afirmado que las pérdidas militares rusas se sitúan en torno a las 13.000. Fuentes de seguridad occidentales sitúan el número de víctimas mortales entre 4.000 y 6.000. Ninguna de estas cifras ha sido verificada de forma independiente.
Las tropas y las fuerzas voluntarias reforzaron las fortificaciones defensivas mientras continuaba la excavación de una extensa red de zanjas alrededor del perímetro de la capital. Se vieron unidades equipadas con sistemas de misiles antitanque Javelin y N-LAW avanzando hacia los bordes del noreste de la ciudad.
Un alto funcionario de defensa de EE.UU. señaló: “Consideramos que los rusos están empezando a dar un mayor impulso sobre el terreno hacia Kyiv, especialmente desde el este”, mientras que el Ministerio de Defensa en Londres sostuvo que “el grueso de las fuerzas terrestres rusas” se encontraba a unos 25 km (15 millas) del centro de Kyiv.
Sin embargo, The Independent comprobó al salir de Kyiv que no había señales de que ciudades como Irpin o Bovary hubieran caído en manos de Rusia.
Las armas suministradas por Occidente han desempeñado un papel importante en los éxitos ucranianos en el campo de batalla. El viceministro de Asuntos Exteriores ruso advirtió el sábado que los convoyes de armas occidentales a Ucrania podrían ser “objetivos legítimos” para las fuerzas armadas rusas.
Sergei Ryabkov mencionó: “Hemos advertido a EE.UU. de que el bombeo de armas a Ucrania, que han orquestado desde una serie de países, no solo es una medida peligrosa, sino que convierte estos convoyes en objetivos legítimos”.
“Hemos advertido de las consecuencias que puede tener esta imprudente transferencia a Ucrania de tipos de armas como sistemas portátiles de defensa aérea, sistemas de misiles antitanque, etc.”.
Mientras tanto, han continuado las conversaciones entre equipos de delegados rusos y ucranianos. Hablando de la posibilidad de un alto el fuego, Zelensky subrayó: “Nuestros diplomáticos están trabajando y han hablado sobre algunos puntos de una posible agenda entre nosotros y la Federación Rusa. Quiero que esto se materialice, y el proceso de finalización de la guerra, el proceso de paz, debe comenzar al 100 por ciento con el alto el fuego”.
Zelensky se mostró abierto a mantener conversaciones directas con Vladimir Putin y, en referencia a las declaraciones del presidente ruso en las que se informaba de que se estaban produciendo avances en las negociaciones, añadió que estaba “contento de ver las señales de la Federación Rusa”, y añadió: “Durante los últimos 12 años, nunca he oído hablar de la posibilidad de un diálogo”.
Lejos de Ucrania, los líderes francés y alemán hablaron durante 90 minutos con el Presidente Putin en un intento de negociar un alto el fuego. Según el Kremlin, Putin expuso las condiciones para poner fin a la guerra, incluyendo la desmilitarización de Ucrania y su cesión de territorio, entre otras exigencias.
Los que se encuentran en la primera línea de Kyiv no creen que la paz vaya a estallar en un futuro próximo.
Valentin Zhuk, miembro de un batallón de voluntarios, comentó: “Los rusos han enviado todos estos soldados, todas estas armas, porque Putin quiere Kyiv. No veo que los retiren ahora. Ahora deberíamos centrarnos totalmente en cómo defender Kyiv y hacer retroceder a los rusos. Esa es la única opción realista”.
Lejos de la capital, las fuerzas rusas han seguido bombardeando la ciudad portuaria de Mariúpol y han bombardeado una mezquita que albergaba a más de 80 personas, entre ellas niños, según el gobierno ucraniano. No se sabe si hay víctimas.
La embajada ucraniana en Turquía dijo que 86 ciudadanos turcos, entre ellos 34 niños, se encontraban entre las personas que habían buscado seguridad en la mezquita del sultán Solimán el Magnífico y su esposa Roksolana en Mariúpol.
La ciudad cercada ha soportado una de las peores miserias de Ucrania desde la invasión rusa, con incesantes bombardeos que han frustrado los repetidos intentos de llevar alimentos, agua y medicinas, evacuar a los civiles atrapados e incluso enterrar a los muertos. El número de muertos en Mariúpol superó los 1.500 el viernes.
Con los suministros de electricidad, gas y agua de Mariúpol cortados, los trabajadores humanitarios y las autoridades ucranianas describieron una catástrofe humanitaria en desarrollo.
La lenta maniobra de Rusia para rodear Kyiv, junto con el bombardeo de otras ciudades, refleja las tácticas que las fuerzas rusas han utilizado anteriormente en otras campañas, especialmente en Siria y Chechenia, para aplastar la resistencia armada.