“Vuela segura, niña”: Familia y amigos rinden homenaje a las cuatro personas encontradas muertas en Killamarsh
"Los niños tenían un futuro brillante por delante, pero lamentablemente ninguno de nosotros llegará a ver esto"
Unos días antes de que les arrebataran trágicamente la vida, Lacey y John Paul Bennett estaban sentados en el jardín de su casa recaudando fondos para una obra benéfica.
Al hermano, de 13 años, y a la hermana, de 11, les gustaba perseguirse frente a su casa los fines de semana. Pero una semana después, su zona de juegos habitual en Killamarsh, Derbyshire, estaba cubierta de tiendas de campaña forenses y cordones policiales.
Una creciente masa de homenajes ha sido colocada para la madre Terri Harris, sus dos hijos y el amigo de Lacey de la escuela, que fueron encontrados muertos en su casa el domingo por la mañana.
De pie, en silencio, junto a la pila de osos de peluche, flores y otros homenajes en Chandos Crescent, Zoe y Stephen Midgely presentaron sus respetos a su antigua vecina, Harris, de 35 años, y a los tres niños pequeños que murieron con ella.
Los Midgely fueron dos de los muchos dolientes, amigos y familiares, que acudieron al lugar de los hechos, cerca de Sheffield, el martes.
“Los niños eran muy educados”, recordó Midgley. “El sábado antes de que ocurriera estaban sentados fuera vendiendo cosas para una organización benéfica contra el cáncer, y luego pasa esto”.
Hablando de Connie Grant, de 11 años, comentó: “no te puedes imaginar lo que está sintiendo esa familia después de dejarla quedarse. Envías a tus hijos a dormir fuera de casa, pero no piensas que vaya a pasar algo así”.
Una tarjeta, dejada entre los muchos homenajes por un miembro de la familia, decía: “Connie, no puedo creer que te hayas ido. No parece real. Nos hiciste sentir muy orgullosos de ti. Te queremos millones. Vuela alto, preciosa. Con cariño de tu primo mayor Jordan y su familia”.
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Su desconsolado padre, Charlie Gent, habló de su dolor a última hora del lunes, diciendo: “padres, pasen todo el tiempo que puedan con sus hijos... Nunca se sabe lo que está a la vuelta de la esquina”.
Y añadió: “mi pequeña se ha ido... Vuela segura, pequeña. Te quiero con todo mi corazón y siempre lo haré”.
Un sospechoso de 31 años ha sido detenido por la policía en relación con el incidente y no están buscando a nadie más.
En el lugar de los hechos, la abuela de Lacey y John Paul, Dianne Bennett, de 63 años, declaró a The Independent que quiere justicia para su familia.
Refiriéndose al agresor, señaló: “Iré al juicio y le miraré a los ojos”.
Y añadió: “Me preocupan todos mis nietos cuando se hagan mayores. Sólo me preocupa Jason. Es un chico encantador, tan alegre, pero no puedes evitar las rupturas, ¿verdad?”.
Jason Bennet, padre de Lacey y John Paul, se separó de Harris y dijo estar “destrozado” por lo ocurrido.
Harris vivía con su novio y los dos niños en Chandos Crescent, tras haberse mudado a la zona en los últimos meses.
Paul Rutherford, que vive al lado de donde se han colocado los homenajes a la familia, indicó: “los niños suelen jugar en la calle los domingos por la mañana y esa mañana no los vi por allí. Para ser sincero, pensé que estarían de vacaciones, estaba muy tranquilo”.
Un vecino, que vivía al lado de Harris, comentó a The Independent que había oído “gritos apagados” en la casa el sábado por la noche. Detalló: “sonaba como una discusión normal, algo que realmente no se convertiría en nada. Algo así había ocurrido una o dos veces antes, pero no muy a menudo”.
Precisó que creía que el sospechoso fue trasladado a una ambulancia desde el lugar de los hechos.
La policía confirmó el martes que el sospechoso, de 31 años, había sido trasladado brevemente al hospital para ser atendido por heridas leves autoinfligidas.
Ian Judson, un trabajador comunitario local, vive a una calle del incidente. señaló: “trabajo con personas que tienen problemas de salud mental y aislamiento social en la zona y es un shock”.
Y añadió: “no sabemos lo que ocurre a puerta cerrada. A veces la gente pide ayuda a gritos y no recibe respuesta. O a veces la gente no sabe cómo hacerlo, a quién dirigirse. Hemos perdido todo el espíritu de comunidad, está volviendo, pero es demasiado tarde para mucha gente”.
La escuela de los niños, la Outwood Academy City de Sheffield, también rindió homenaje a sus alumnos en un comunicado. Describieron a Lacey y Connie como “un impacto positivo en todas las personas con las que entraban en contacto” y a John como un “joven popular y educado, muy querido por el personal y con un grupo de amigos muy unido”.
“Los niños tenían un futuro brillante por delante, pero lamentablemente ninguno de nosotros podrá verlo”, aseveró.
El concejal de Killamarsh, Alex Dale, lamentó la “pérdida tremendamente trágica”, sumando: “toda la comunidad está de duelo, pero por lo que he visto se están uniendo muy bien. Están haciendo todo lo posible en circunstancias extremadamente difíciles”.