Primer feto hallado en momia egipcia embarazada se conservó al “encurtirse”, dicen los científicos
La momificación hizo que el entorno del feto fuera similar al que conserva cuerpos antiguos en los pantanos
El feto hallado en la primera momia egipcia embarazada de la que se tiene registro se conservó cuando “comenzó a encurtirse” dentro de la mujer en descomposición, dicen los científicos.
En abril del año pasado, investigadores de Varsovia, Polonia, hallaron el primer y único caso conocido de una momia egipcia antigua embarazada, que durante décadas se pensó que era un sacerdote del siglo I antes de Cristo.
La mujer probablemente murió entre las semanas 26 y 30 del embarazo, según el estudio publicado en el Journal of Archaeological Science, que planteó más preguntas sobre cómo se conservaron los tejidos del feto en la momia, y si podría haber más casos similares de fetos preservados en otras colecciones de los museos alrededor del mundo.
En un nuevo artículo, los científicos afirmaron que el feto se conservó porque permaneció en el útero intacto y comenzó a “encurtirse”.
“No es la comparación más estética pero transmite la idea. El pH de la sangre en los cadáveres, incluida la que está dentro del útero, se reduce significativamente, se vuelve más ácida, las concentraciones de amoníaco y ácido fórmico aumentan con el tiempo”, escriben los científicos en una publicación de blog.
El proceso de momificación, según los investigadores, “sellaba casi herméticamente el útero” y limitaba significativamente el acceso de aire y oxígeno al feto, encerrándolo en un entorno comparable al que conserva cuerpos antiguos hasta nuestros días en los pantanos.
Dicen que esto resultó en dos momias distintas, una de la mujer y la otra de su hijo no nacido, debido a que siguieron dos procesos de momificación diferentes.
El feto, dicen los investigadores, estaba en un ambiente ácido, “parecido a una ciénaga” que se secó más tarde durante el embalsamamiento de la madre.
Dicen que la mujer fallecida fue cubierta con natrón, un mineral natural de Egipto rico en sodio, para secar el cuerpo, lo que posteriormente también condujo a que el útero y el feto se secaran.
Sin embargo, los investigadores dicen que los fetos conservados de esa manera en las momias embalsamadas pueden no tener los huesos bien conservados y, por lo tanto, no ser visibles en las radiografías ni en las tomografías computarizadas.
En este caso, el cambio de un ambiente alcalino a uno ácido, aseguran, condujo a la descomposición parcial de los huesos fetales, pero la forma del tejido blando sobrevivió.
Esto es similar a lo que ocurre con los cuerpos en los pantanos, donde rara vez se encuentran huesos debido a la desmineralización en un ambiente ácido.
Y dado que la mineralización es muy débil durante los primeros dos trimestres del embarazo y se acelera en una etapa posterior, los científicos afirman que casi todos los huesos y demás minerales del feto fueron desintegrados.
Con base en los nuevos hallazgos, los científicos señalan que cuando los radiólogos examinan las momias, es importante que estudien la forma de los tejidos blandos en el área pélvica.
Creen que existe una alta probabilidad de que haya muchas momias de mujeres embarazadas en otras colecciones de museos alrededor del mundo que aún no han sido analizadas en este aspecto.
“Ahora, considerando nuestros hallazgos, es solo cuestión de tiempo antes de que se descubra a la próxima mujer embarazada momificada”, escribieron en la publicación del blog.