Presidente de España, Pedro Sánchez, promete criminalizar el trabajo sexual porque “esclaviza a las mujeres”
El trabajo sexual fue despenalizado en España en 1995, aunque la explotación sexual y el proxenetismo seguían siendo ilegales
El presidente de España, Pedro Sánchez, se comprometió a tipificar el trabajo sexual en el país como la práctica de "esclavizar a las mujeres”.
"De este congreso surge un compromiso que cumpliré. Avanzaremos aboliendo la prostitución, que esclaviza a las mujeres", dijo el mandatario de izquierda en el acto de clausura de un congreso de su partido socialista en Valencia el domingo.
El trabajo sexual fue despenalizado en España en 1995, aunque la explotación sexual y el proxenetismo seguían siendo ilegales. La profesión, aunque no regulada, ha crecido desde entonces con el creciente número de burdeles en todo el país.
Las mujeres no son procesadas por su elección de profesión, pero carecen de los beneficios exigidos por el gobierno y de un salario mínimo garantizado.
Las Naciones Unidas (ONU), en su informe de 2011, citó a España como la tercera capital mundial del trabajo sexual después de Tailandia y Puerto Rico. La ONU estimó que la industria del sexo del país valía tres mil 600 millones de dólares.
Un informe reciente sugiere que la industria del trabajo sexual doméstico en España, que emplea a unas 300 mil mujeres, agrega alrededor de 22 mil 418 millones de dólares a la economía del país.
Según los informes, uno de cada tres hombres en España ha pagado por sexo al menos una vez en la vida, según una encuesta de 2009 realizada por el Centro de Investigaciones Sociales (CIS) estatal del país.
Sin embargo, esta no es la primera vez que el presidente se ha comprometido a prohibir el trabajo sexual. Antes de las elecciones generales españolas en 2019, el partido de Sánchez, en su manifiesto electoral, se comprometió a criminalizar el trabajo sexual para atraer a más votantes mujeres.
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El manifiesto del partido socialista calificó el trabajo sexual como "uno de los aspectos más crueles de la feminización de la pobreza y una de las peores formas de violencia contra las mujeres".
El partido también propuso tomar medidas drásticas contra las agencias que realizan la gestación subrogada, una práctica prohibida en España, que afirmó: “atenta contra los derechos de las mujeres, en particular, las más vulnerables, al tratar sus cuerpos y funciones reproductivas como una mercancía”.
Aunque han pasado casi dos años desde que Sánchez asumió el cargo, el gobierno aún no ha presentado una legislación para prohibir el trabajo sexual.
El llamado del presidente por la prohibición del trabajo sexual surge de un problema de tráfico de personas en aumento causado por un vacío legal. En 2019, al menos 250 personas fueron identificadas como víctimas de trata sexual, según los informes.
En España, hasta el 90% de las trabajadoras sexuales están bajo el control de las redes del crimen organizado y, en su mayoría, son objeto de trata de otros países . En la década de 1980, la mayoría de las trabajadoras sexuales eran españolas, pero hoy en día un gran número de mujeres asociadas a la industria del sexo son inmigrantes de América Latina, Europa del Este o África.