Reclusos japoneses condenados a muerte demandan por ejecuciones inhumanas en el mismo día
Los reclusos pidieron 22 millones de yenes (144.000 libras esterlinas) en compensación, dijo su abogado
Dos condenados a muerte japoneses están demandando al gobierno por la práctica de la ejecución en el mismo día.
Los reclusos exigieron cambios en las reglas y buscaron una compensación por la práctica "inhumana", dijo el viernes su abogado.
Ambos prisioneros presentaron una demanda en un tribunal de distrito en la ciudad occidental de Osaka argumentando que la práctica era ilegal porque no les daba tiempo a los prisioneros para presentar una objeción. Han pedido 22 millones de yenes (144.000 libras esterlinas) en compensación, dijo su abogado Yutaka Ueda.
Los presos condenados a muerte son informados solo un par de horas antes de su ejecución, que se lleva a cabo en la horca. Esta práctica ha sido ampliamente criticada por organizaciones de derechos humanos por la ansiedad que causa a quienes están tras las rejas.
"Los presos del corredor de la muerte viven cada mañana con el temor de que ese día sea el último. Es extremadamente inhumano", dijo Ueda a Reuters.
Dijo que la práctica va en contra del código penal del país, ya que no existen leyes que obliguen a que los presos solo puedan ser informados de su ejecución horas antes.
"El gobierno central ha dicho que esto está destinado a evitar que los presos sufran antes de su ejecución, pero eso no es una explicación y es un gran problema, y realmente necesitamos ver cómo responden a la demanda. En el extranjero, los presos tienen tiempo para contemplar el final de sus vidas y prepararse mentalmente. Es como si Japón estuviera haciendo todo lo posible para que nadie lo sepa", agregó.
Según el gobierno, hay al menos 112 presos en el corredor de la muerte en el país, pero nadie ha sido ejecutado en casi dos años.
"Este sistema está muy equivocado, y nos gustaría que el público volviera a mirar el tema", dijo Ueda, y agregó que esperaba que la demanda condujera a una discusión en Japón.
En octubre, un recluso condenado a muerte de 33 años presentó una demanda contra el gobierno exigiendo el uso de lápices de colores, lo que está prohibido por la directiva del Ministerio de Justicia.