Afganistán: Talibanes matan a tiros a cuatro presuntos secuestradores y cuelgan sus cuerpos en plazas públicas
Funcionarios afirman que los ahorcamientos servirán como una “lección” para otros criminales
Los talibanes mataron a tiros a cuatro personas que, según dijeron, eran secuestradores y colgaron sus cuerpos en público en la ciudad occidental de Herat, Afganistán en una brutal demostración el sábado.
Los residentes afirmaron que los cuatro cuerpos fueron llevados a la plaza de la ciudad en Herat. Uno fue colgado con una grúa, mientras que los otros tres fueron llevados a otras plazas de la ciudad para ser exhibidos.
El propietario de una farmacia local, Wazir Ahmad Seddiqi, dijo a Associated Press que los talibanes anunciaron en la plaza pública que los hombres fueron asesinados por la policía por participar en un secuestro.
Los funcionarios locales reiteraron esto. Alegaron que los hombres murieron en un tiroteo poco después de que intentaron secuestrar a un empresario local y a su hijo, y agregaron que el grupo tenía la intención de sacar a ambos de la ciudad.
Las patrullas talibanes que habían establecido puestos de control alrededor de la ciudad vieron a los hombres. En el subsiguiente tiroteo entre los patrulleros y los presuntos secuestradores, un civil y un combatiente talibán resultaron heridos.
Posteriormente, el empresario y su hijo fueron liberados por los funcionarios.
El vicegobernador de Herat, Mawlawi Shir Ahmad Muhajir, afirmó que los ahorcamientos servirían de disuasión para otros.
“Para que sirva de lección para otros secuestradores de no secuestrar ni acosar a nadie, los colgamos en las plazas de la ciudad y dejamos claro a todos que todo el que robe o rapte o haga alguna acción contra nuestra gente será castigado”, declaró, según la agencia AFP.
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Algunas imágenes gráficas de los cuerpos, cubiertos de sangre, se compartieron ampliamente en redes sociales. Una nota clavada en uno de los pechos de los cadáveres decía: "Este es el castigo por secuestro".
Otro video mostraba a un hombre izado de una grúa con una nota que decía: "Los secuestradores serán castigados así".
Los asesinatos y los ahorcamientos posteriores se produjeron pocos días después de que un alto líder talibán dijera que el grupo restablecería el uso de amputaciones y ejecuciones como castigo en Afganistán. Mullah Nooruddin Turabi había afirmado la semana pasada que las ejecuciones y amputaciones eran "necesarias para la seguridad" en el país.
El viernes, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, señaló que Washington condenó los comentarios de Turabi "en los términos más enérgicos".
Los castigos de los talibanes "constituirían claros abusos graves de los derechos humanos", declaró Price. "Nos mantenemos firmes con la comunidad internacional para responsabilizar a los perpetradores de estos abusos".
Poco después de llegar al poder por la fuerza en Afganistán, los talibanes habían prometido alejarse de su anterior gobierno de línea dura y ultraconservador de finales de los noventa. Pero ha habido señales en las últimas semanas de un regreso a algunas de esas políticas, que incluyeron la lapidación pública de presuntos delincuentes.
En agosto, Amnistía Internacional reveló que los combatientes talibanes habían "masacrado a nueve hombres de etnia hazara" después de tomar el control de la provincia afgana de Ghazni. La secretaria general Agnès Callamard había dicho en ese momento que "la brutalidad a sangre fría de estos asesinatos es un recordatorio del historial de los talibanes y un indicador espantoso de lo que puede traer el gobierno talibán".