¿Qué había dentro del submarino que implosionó cerca del Titanic?
OceanGate Expeditions, la compañía que opera el barco que implosionó después de que desapareció el domingo, ofrece recorridos por los restos del naufragio del legendario transatlántico a US$250.000 por persona
La Guardia Costera de Estados Unidos confirmó que el sumergible Titán sufrió una “implosión catastrófica” cuando se sumergió para ver los restos del Titanic y mató a los cinco pasajeros a bordo.
La operación de rescate continuó más allá de la fecha límite proyectada para el suministro de oxígeno disponible antes de que se cancelara el jueves cuando se encontraron varias partes del Titán en un “campo de escombros” aproximadamente a 488 metros (1.600 pies) de los restos del Titanic en el fondo del mar. En una declaración a The Independent, OceanGate, la compañía privada que ofrece la expedición de US$250.000 por asiento, confirmó que ahora se cree que los cinco pasajeros a bordo del barco murieron.
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El lugar de descanso del Titanic se encuentra a unos 595 km (370 millas) de la costa de Terranova, Canadá, a una profundidad de alrededor de 3.800 metros (12.500 pies) bajo la superficie, y los viajes para visitarlo generalmente implican un descenso de dos horas.
Los detalles particulares sobre el Titán, un cilindro de metal estrecho con capacidad para cuatro pasajeros y un piloto, surgieron poco después de que desapareciera por primera vez el domingo.
El submarino mide 7 metros (22 pies) de largo por 3 metros (9,2 pies) de ancho y 2,5 metros (8,3 pies) de alto. Consiste en un casco de fibra de carbono de grado aeroespacial con semiesferas de titanio en cada extremo, así como un inserto de casco de fibra de vidrio para proteger de la condensación a los pasajeros y los aparatos electrónicos.
Un sistema de seguimiento en tiempo real proporciona un análisis continuo de cómo va afectando el cambio de presión al casco a medida que la embarcación desciende más y más en el océano en aras de la seguridad.
La embarcación pesa 10.432 kg en total y puede viajar a una velocidad máxima de tres nudos, gracias a los propulsores eléctricos Four Innerspace 1002.
Los turistas y científicos que suelen viajar en él pueden mirar a través de una gran ventana de visualización, con una ampliación de la perspectiva gracias a las cámaras exteriores Sub C Imaging 4k Rayfin que capturan el entorno marino circundante en una transmisión en vivo que se muestra en una pantalla digital grande.
Hay poca comodidad en el interior, pero hay un baño, aunque la privacidad es limitada porque está situado justo al lado de la ventana de visualización.
Lo más sorprendente es que la nave está controlada por un control de videojuegos genérico, específicamente un Logitech F710 PC Gamepad inalámbrico de 2011, según el experto en juegos Matthew Ruddle. Además, en lugar de usar un GPS para la navegación, se comunica con un equipo de seguimiento a bordo de un barco de superficie, en este caso el Polar Prince, a través de mensajes de texto.
Un clip de un artículo de CBS Sunday Morning sobre el submarino de noviembre de 2022 que se volvió viral a la luz del desastre de esta semana muestra al director general de OceanGate, Stockton Rush, quien estaba a bordo del sumergible que implosionó, señalando alegremente las manijas colocadas en el techo de la nave que dice que compró a Camping World, pero negó que la embarcación haya sido “manipulada de forma improvisada”.
“No hay interruptores ni cosas con las que chocar, tenemos un botón para encenderla”, Rush le explicó al reportero David Pogue.
“Todo lo demás se hace con pantallas táctiles y computadoras, por lo que realmente te conviertes en parte del vehículo y todos llegan a conocerse bastante bien”.
Se dice que el Titán se construyó con la ayuda de un equipo de consultores de ingeniería del Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA, quienes ofrecieron orientación durante la etapa de desarrollo.
En declaraciones a GB News el martes por la mañana, David Scott-Beddard, presidente de la British Titanic Society, describió cuán única es la propuesta que ofrece la compañía y explicó: “El Titán de OceanGate, este sumergible en particular, actualmente es el único capaz de uso comercial que puede llevar pasajeros hasta los restos del naufragio… Es uno de los cinco sumergibles que pueden alcanzar esta profundidad”.
Del mismo modo, G. Michael Harris, un líder de expedición especializado en el Titanic que dijo que había trabajado anteriormente con el piloto del dañado Titán, le dijo a Jesse Waters en Fox News: “Más personas han estado en el espacio exterior que en esta profundidad del océano y cuando buceas en estas situaciones tienes que poner los puntos sobre las íes, tienes que tenerlo todo absolutamente perfecto y según las normas… Agrega un montón de turistas y un nuevo submarino que se creó en los últimos años… no se ve bien”.
En cuanto a la experiencia de ser un pasajero en el Titán, el neoyorquino Mike Reiss, quien dijo que había hecho tres inmersiones en él, declaró a BBC Breakfast que el submarino es “una embarcación bellamente diseñada, no puedo menospreciarla, pero está pensada para descender más de lo que pueden hacerlo otras embarcaciones… Si está en el fondo, no sé cómo cualquiera podrá acceder a esta, y mucho menos recuperarla”.
Continuó: “La frase que seguimos escuchando es ‘se perdió la comunicación’ y tengo que decir que hice tres inmersiones separadas, una en el Titanic y dos más en la costa de Nueva York y en cada una de las veces se perdió la comunicación”.
“Y, de nuevo, no quiere decir que sea un barco de mala calidad ni nada por el estilo. Es solo que toda esta es tecnología nueva y le están entendiendo a medida que avanzan”.
“Hay que recordar los primeros días del programa espacial o los primeros días de la aviación en los que simplemente se cometen muchos errores para descubrir lo que se está haciendo”.
El fundador y director general de OceanGate Expeditions, Stockton Rush, el multimillonario británico Hamish Harding, el renombrado buceador francés Paul-Henri Nargeolet, el empresario pakistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman, de 19 años, estaban a bordo del Titán. Se presume que los cinco pasajeros murieron tras el descubrimiento de escombros el jueves.
La Guardia Costera dijo que los ROV (vehículos operados por control remoto) permanecerían en su lugar, pero que comenzarían a retirar el equipo en las siguientes 48 horas.
“El entorno en el lecho marino es increíblemente implacable. Los escombros son consistentes con la catastrófica implosión del buque. Seguiremos trabajando y buscando en el área, pero no tengo una respuesta sobre las perspectivas en este momento”, dijo el contralmirante John Mauger de la Guardia Costera de EEUU.
El contralmirante mencionó que las boyas de sonar habían estado en el agua durante las últimas 72 horas y que no habían detectado ninguna evidencia de una implosión, lo que sugiere que ocurrió al principio de la inmersión.
Traducción de Michelle Padilla