La relación entre los huracanes y el cambio climático según la NASA
Con datos procedentes de más de 20 satélites, antes, durante y después de un huracán, los satélites de la NASA están en una posición privilegiada para identificar los impactos y ayudar a las comunidades a prepararse, responder y recuperarse.
¿Cuál es la receta para la formación de huracanes y cómo está cambiando el comportamiento de estas tormentas a medida que continúa la tendencia de calentamiento a largo plazo de la Tierra? Una investigación de la NASA responde a estas preguntas para ayudarte a entender cómo el exceso de calor almacenado en los océanos de la Tierra está cambiando la forma en que se forman y evolucionan los huracanes.
¿Cuál es la receta para un huracán?
El nombre general de los huracanes es ciclones tropicales. Fuera de Estados Unidos, la gente también llama a estas tormentas tifones o simplemente ciclones. En resumen, los ciclones tropicales son tormentas con vientos que se arremolinan rápidamente alrededor de un centro de aire caliente.
Los huracanes para formarse dependen varios ingredientes.
- Necesitan el calor o la energía almacenada en la capa superior del océano.
- Necesitan un alto grado de humedad en el aire, que se consigue mediante la evaporación de las aguas oceánicas por encima de los 26°C (79°F).
- Los huracanes necesitan vientos favorables. A diferentes alturas de la atmósfera, estos vientos deben ser lo suficientemente débiles como para evitar que la tormenta se desintegre.
- Los huracanes necesitan rotación para organizar tormentas eléctricas dispersas en una sola tormenta más grande que gire cada vez más rápido en la forma espiral característica de los ciclones. Una parte de esta rotación proviene del propio movimiento de la Tierra al girar alrededor de su eje.
¿Cómo interactúa el cambio climático con los ingredientes de un huracán?
El calor del océano, la humedad del aire, el viento... Todos estos ingredientes intervienen en la formación de los huracanes. Y todos se ven afectados por el cambio climático. El océano ha absorbido el 90% del calentamiento que se ha producido en las últimas décadas debido al aumento de la concentración de gases de efecto invernadero, los primeros metros del océano almacenan tanto calor como toda la atmósfera de la Tierra. Pero la forma en que los vientos interactúan con este calor o energía en el océano también desempeña un papel importante en el destino de una tormenta, explicó Scott Braun, meteorólogo investigador del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.
¿Habrá más huracanes cada temporada debido al cambio climático?
No. Aunque un océano caliente es un ingrediente clave para la formación de huracanes, las investigaciones muestran que este calentamiento no ha influido significativamente en el número de huracanes del Atlántico que se forman cada año. Pero, debido a que las proyecciones sugieren que a medida que el océano se caliente la atmósfera también retendrá más humedad para formar nubes y alimentar tormentas, los científicos prevén huracanes más fuertes y húmedos en los próximos años.
¿Cómo afecta el cambio climático a la intensidad de los huracanes?
Las investigaciones sugieren que, con el aumento de las temperaturas, será más probable que las tormentas sufran una rápida intensificación, que se define como un aumento de la velocidad de los vientos huracanados en unos 56 kilómetros por hora (35 millas por hora) en 24 horas. Estos cambios rápidos pueden dejar a las autoridades locales y a las comunidades en la trayectoria de un huracán sin tiempo para prepararse.
El papel de la NASA:
La NASA desempeña un papel fundamental en las investigaciones de los huracanes. Con datos procedentes de más de 20 satélites, antes, durante y después de un huracán, los satélites de la NASA están en una posición privilegiada para identificar los impactos y ayudar a las comunidades a prepararse, responder y recuperarse.
En lo que respecta al pronóstico operativo, el papel principal de la NASA es a través de su crucial asociación con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). La NASA diseña, construye y lanza al espacio el conjunto de satélites de la NOAA, cuyos datos informan específicamente a los modelos numéricos de predicción meteorológica.