Inflación golpea los mercados navideños en Hungría
En una noche gélida en la capital de Hungría, los clientes en uno de los mercados navideños al aire libre más célebres de Europa recorrían los puestos de humeantes especialidades locales y sorbían vino caliente en vasos de cartón. La fachada de la Basílica de San Esteban estaba bañada de luces navideñas
Pero a pesar de la alegría estacional, la crisis del costo de la vida en el país centroeuropeo significa que tanto locales como turistas se llevan una desagradable sorpresa al ver los precios.
Un tazón de goulash, la sopa característica del país, cuesta 12 dólares. El repollo relleno, 18 dólares. Una salchicha con pan, 23 dólares. Tales eran los precios el lunes en la ajetreada plaza Budapest. En un país donde el ingreso neto medio no llega a 900 dólares mensuales, el alza vertiginosa de los precios significa que, para muchos húngaros, los mercados navideños están fuera de su alcance.
“Esto no es para los bolsillos húngaros”, dijo Margit Varga, que llegaba por primera vez desde la ciudad sureña de Pecs. “Los precios son irreales, sean para turistas o húngaros”.
El precio de los alimentos en el concurrido mercado Advent Bazilika y en el mercado de la vecina Plaza Vorosmarty ha sido tema de amplia cobertura en la prensa local en las últimas semanas. Algunos medios compararon los precios con los de Viena, una ciudad más rica a menos de tres horas por tren, y hallaron que algunos platillos en Budapest son más caros.
Ami Sindhar, de 29 años, quien llegó desde Londres, dijo que venía de visitar un mercado navideño en Colonia, Alemania, y que los platillos en el mercado en Budapest eran “mucho más caros”.
“El ambiente aquí es extraordinario, pero los precios de la comida…”, dijo mientras sorbía un vaso de vino caliente junto con su grupo de amigos. “Qué pesar para la gente de aquí… Cuando hay un mercado tan hermoso, una quiere que lo aproveche la gente local tanto como los turistas”.
Los precios inflados no se deben solo a factores estacionales como el clima navideño y la presencia de tantos turistas. También hay factores en la economía local.
La economía se contrajo durante cuatro trimestres consecutivos hasta setiembre, y el alza vertiginosa de los precios remece al país desde hace dos años. Hungría tuvo una inflación superior al 25% en 2023, la más alta de los 27 países de la Unión Europea.
El alza afecta sobre todo a los alimentos. A principios de año estos aumentaron casi 50% con respecto a 2022, según Eurostat, la oficina de estadísticas de la UE. Si bien la tasa de crecimiento se ha ralentizado significativamente en los últimos meses, aún persisten los altos costos.